La empresa Gestión y Explotación Hospitres SL quiere convertir el antiguo asilo de Benalúa en un hospital privado con quirófanos, consultas, salas de tratamientos de estética, sala de partos y cabinas dentales. La sociedad, vinculada a los hospitales IMED con centros en Elche y l'Alfàs del Pi, ha pedido licencia a la Concejalía de Urbanismo, dirigida por Miguel Ángel Pavón, para dar un nuevo uso a la antigua residencia de ancianos, que los vecinos de Benalúa reclaman desde hace años que se convierta en un centro social para un barrio con carencias en equipaciones públicas.

De hecho, el tripartito afirmó el pasado año que iba a negociar «desde cero» con el Obispado la propiedad del asilo de Benalúa, señalando que no descartaba ninguna posibilidad para hacerse con el inmueble, ni siquiera la expropiación. Este anuncio se produjo después de que la Junta Local de Gobierno desestimara por vía de urgencia el convenio que el anterior alcalde, Miguel Valor (PP), firmó con el Obispado para fijar las bases para concertar las condiciones de adquisición por el Ayuntamiento del citado conjunto arquitectónico con el compromiso de entregar bienes del patrimonio municipal como pago del justiprecio de la expropiación forzosa del asilo, en concreto una parcela en la Playa de San Juan. Un acuerdo que se firmó tres días antes de las últimas elecciones municipales, en mayo de 2015. Fuentes del Obispado, por su parte, no quisieron ayer pronunciarse sobre el proyecto presentado por una empresa para convertir el antiguo asilo en un hospital. Por su parte, este diario intentó contactar sin éxito con la sociedad promotora del proyecto.

Según confirmaron ayer fuentes de la Concejalía de Urbanismo, la empresa Gestión y Explotación Hospitres SL ha solicitado licencia de obras para habilitar la instalación situada en la calle Santa María Mazzarello en su cruce con la avenida Aguilera. «Se trata de la habilitación de un edificio existente, antes destinado a residencia de ancianos y que con la actuación se pretende habilitar para su uso como centro hospitalario de titularidad privada.

El proyecto se desarrolla en varios niveles (los existentes, excepto la planta sótano que es de nueva construcción) para adaptarse al funcionamiento interno del hospital», señalaron ayer desde el área que dirige Pavón. En el sótano, según explicaron, se ampliaría su superficie aprovechable, «creando dos zonas diferenciadas, destinadas a quirófanos y radiodiagnóstico, añadiendo otro volumen de sótano de uso para aparcamiento».

En la planta baja, por su parte, se proyectaría en los terrenos que actualmente corresponden al patio existente frente a la fachada principal un nuevo volumen dedicado a la administración y dispuesto a doble altura. «Serviría como acceso principal al recinto hospitalario y se encontraría conectado con el edificio actual por medio de dos corredores de vidrio», apuntan desde Urbanismo según la memoria entregada por la empresa promotora.

En el interior del edificio se plantearía en la planta baja la zona de urgencias y de fisioterapia, así como la cafetería. En la primera altura, por su parte, se habilitarían las diferentes consultas médicas. Por su parte, la segunda y tercera plantas se dedicarían a hospitalización, divididas en habitaciones.

El proyecto presentado por la sociedad vinculada al sector médico recoge que la superficie sobre la que se proyectaría el hospital privado sería de 13.000 metros cuadrados con una inversión total de unos 3,6 millones de euros.

La memoria concreta que el centro hospitalario contaría con 47 plazas de garaje, cuatro quirófanos, 24 consultas, 42 habitaciones repartidas en dos plantas, seis salas de tratamiento de estética, cinco cabinas dentales, una sala de partos, dos ecógrafos, un densiómetro, un mamógrafo, una resonancia y un tac.