Las fiestas en honor a San Roque concluyeron con la tradicional procesión, que se inició en torno a las nueve de la noche desde la ermita del barrio tras la celebración de una misa.

El recorrido tuvo parada, según explicaron los organizadores, en el Ayuntamiento de Alicante, ya que San Roque es copatrón de la ciudad. «Un dato que poca gente conoce en la ciudad, pese a que es el copatrón de Alicante», señalaron ayer desde la comisión organizadora de las tradicionales fiestas.

Tras la procesión, la última jornada festiva en San Roque terminó con una popular cena de sobaquillo, que tuvo lugar en la plaza del Puente y una «fiesta blanca», donde los participantes acudieron ataviados con ropa blanca.

Las fiestas finalizaron ayer tras cuatro intensas jornadas repletas de variados actos, entre los que destacaron el pregón a cargo del asesor municipal Pedro de Gea, el concurso de paellas y la tradicional banyà en la plaza del Puente.