Son la atracción este verano en la Albufereta. El cauce del barranco del Juncaret se ha convertido en el hogar de cientos de ranas. Las hay de todos los tamaños, aunque la mayoría son pequeñas, de apenas unos tres centímetros.

Los vecinos de la zona relacionan la llegada de estos anfibios con la acumulación de agua en el cauce del barranco. «Desde el mes de marzo, tras las últimas lluvias torrenciales, no deja de salir agua a través de esta canalización y nadie sabe explicarnos muy bien de dónde sale este caudal», señala Ernesto Jarabo, presidente de la asociación de vecinos de la Albufereta «Playa Blanca».

El agua que discurre por el barranco no es residual, más bien es clara y en algunos puntos de la canalización llega a alcanzar el medio palmo de profundidad. «Al principio nos dijeron que era agua de las lluvias que llegaba procedente de los barrancos cercanos, pero pasaron las semanas y seguía saliendo».

Las explicaciones que después han dado a los vecinos apuntan «a que podría ser agua utilizada por regantes». En cualquier caso, Ernesto Jarabo cree que «es una pena que todo este caudal se esté tirando al mar, con la necesidad tan grande que tenemos debido a la sequía».

Mientras, las ranas son las que más provecho están sacando de esta situación. Los anfibios han criado sobre todo en las zonas en las que el caudal queda estancado, por ejemplo, debajo del puente por el que pasa el Tram, cerca ya de la desembocadura del barranco en la playa de la Albufereta.

En este punto, decenas de ranas saltan de charco en charco. Tanta acumulación de agua también está haciendo proliferar este verano mosquitos, aunque Jarabo destaca que el trabajo de la empresa de control de plagas del Ayuntamiento «está haciendo que no generen muchas molestia». En otros puntos de la canalización lo que falla es la falta de limpieza, con la acumulación de botellas de cristal, plásticos y latas que ensucian el cauce.

La Almadraba

Por otro lado, los vecinos de La Albufereta «Playa Blanca» están recogiendo firmas para exigir una solución definitiva para la cercana playa de la Almadraba, convertida en un barrizal debido a los problemas con la arena. Los residentes exigen al Ayuntamiento que inste al Gobierno a que elabore un proyecto de restauración paisajística de la zona, que contemple la retirada de escombros, la regeneración de la playa y la eliminación de los espigones.