La Conselleria de Sanidad ha puesto en marcha durante el pasado curso escolar una campaña de inspección de los menús escolares en los centros docentes de la Comunidad Valenciana. En agosto de 2019 se espera haber revisado la totalidad de los 1.400 comedores escolares que hay en las tres provincias. Con toda la información que se obtenga de los inspectores se comprobará si el menú que se sirve coincide con lo anunciado a las familias y se emitirá un informe a los centros para que adapten las comidas a las recomendaciones para poder mejorar su oferta alimentaria.

Por otro lado, en los centros educativos, sanitarios y de servicios sociales solo se autorizará la instalación de máquinas expendedoras de alimentos y bebidas que contengan comida basura. Sólo se podrá vender agua envasada, leche semidesnatada o desnatada, yogures bajos en grasa y sin azúcar añadido, pan integral o fruta fresca.

Además, la Conselleria de Sanidad exigirá a todas las empresas que se presenten a concursos para servir comida en edificios de la Generalitat, como colegios y hospitales, que el 40% de las verduras y frutas sean frescas y de procedencia local. Un 3% de los productos que se sirvan deberán ser de agricultura ecológica.