Hermo Rodríguez es un venezolano que lleva trece años ejerciendo de camarero en Madrid, Marbella y ahora en Alicante. Cree que el secreto para ser un buen profesional es no perder la sonrisa, tratar con educación a los clientes y no olvidar la máxima de que «siempre tienen razón».

¿Cómo sobrevive un camarero en Alicante en agosto?

El trabajo se lleva bien, hay mucha gente, mucho turismo y sí tenemos ratos que son un poco locura, pero luego se calma. Y el calor lo sobrellevamos echándonos agua con un vaporizador.

Hoy, al ser fiesta, ¿es un día duro?, ¿a cuántos clientes prevé atender?

La verdad es que sí, ya desde anoche ya se notó una subida. Y, hoy festivo, atenderemos tranquilamente a entre 100 y 150 personas en mi turno.

¿Tienen paciencia los clientes cuando ven la terraza llena?

La mayoría viene con prisa. Muchos son turistas que quieren tomar algo rápido y seguir visitando sitios. A veces ves a gente que no parece que esté de vacaciones al ir tan acelerados.

¿Aprovecha algún cliente para irse sin pagar de la terraza cuando hay tanta gente?

La verdad es que no, porque estamos muy pendientes. A veces incluso se marchan sin darse cuenta y vuelven al momento o al día siguiente para pagarte. Aún queda gente honesta. Y entre los bares enseguida nos avisamos si a alguno le han intentado colar un billete falso.

¿Cómo se aclaran con el turismo extranjero?

Con los de habla inglesa sin problema, porque todos los que estamos hablamos inglés al menos para arreglarnos para la restauración, que es sota, caballo y rey. Sí tenemos un poco más con los franceses y los rusos que no hablan inglés. Al final nos entendemos con signos y señalando la carta, pero aún así más de una vez llevas tres pedidos hasta que aciertas con lo que quieren.

¿Se hacen muchas horas extra en la hostelería?

En este en concreto hacemos pero no muchas, sólo si es necesario. Como es un grupo hostelero que tiene más establecimientos si es necesario nos refuerzan. Vamos que aquí no nos explotan.

¿Se dejan propinas o han pasado a la historia tras la crisis?

Los españoles es raro que dejen grandes propinas y la mayoría de veces no dejan nada. Pero los extranjeros sí que te pueden dejar tres o cuatro euros. Además agradecen que se les trate bien y muchos a lo mejor pasan aquí tres o cuatro días o una semana y vienen todos los días a desayunar si les ha gustado. Gracias a eso hago yo la compra todos los días porque con el sueldo pago el resto de mis gastos. Muchos incluso acaban haciéndose fotos con nosotros.