Las fuerzas de seguridad tuvieron que intervenir en un apartamento de la Playa de San Juan el pasado sábado para retirar un enjambre acomodado de 50.000 abejas. La Policía Local se puso en contacto con un apicultor, que acudió al inmueble y logró retirar gran parte de los insectos. Esa misma tarde otro enjambre sorprendió a los bañistas, junto a la orilla, al colocarse repentinamente sobre una de las sombrillas colocadas en primera línea.

Los hechos ocurrieron el pasado sábado cuando un apicultor acudió en torno a las siete de la mañana a un domicilio de la Playa de San Juan para retirar un numeroso panal de abejas. El momento escogido para realizar el trabajo, según fuentes municipales, era el idóneo puesto que durante el día estos insectos se encuentran deambulando en busca de polen. Debido al gran número de ellas, y pese a que se encontraban en reposo, el profesional no consiguió atraparlas a todas.

En torno a las 17 horas de esa misma tarde, otro enjambre de abejas comenzó a sobrevolar la orilla de la Playa de San Juan, a la altura de la avenida de Niza, según cuentan algunos bañistas. Ante la mirada y la inquietud de los veraneantes, y tras inspeccionar la zona durante unos minutos, las abejas decidieron ocupar la sombrilla de una familia que se encontraba dándose un baño en el mar.

Un equipo de bomberos ataviado con trajes de apicultor se personó para poner fin a la «okupación» animal. Después de hora y media de trabajo acordonando la zona, los bomberos lograron introducir a los insectos en una caja y trasladarlos, dejando la playa apta para los bañistas de nuevo.

«Al echarles de un sitio, las abejas buscan otro lugar», explica Charo Beresaluze, bióloga y técnica de Medioambiente de Cruz Roja Alicante. «Sería una reina joven que al ver la sombrilla pensó que era un hogar seguro. Tiene sentido que viniesen del domicilio del que las habían echado puesto que en la playa no hay plantas y no es común que estén ahí», añade Beresaluze.

La noche anterior a estos sucesos, y en esta misma zona, los bomberos también tuvieron que intervenir para retirar un panal situado en un tronco.

No descansan los apicultores este verano. Hace menos de un mes, en El Campello, otro especialista tuvo que intervenir derrumbando un tabique para poder acceder a un panal. En este caso se extrajeron más de 60.000 abejas, también grandes trozos de panal y a su vez, grandes cantidades de miel.

Las lluvias del invierno han producido una mayor floración y un consecuente mayor número de abejas reina que buscan dónde hacer su panal.