Nació como una medida provisional para eliminar las listas de espera, pero 20 años después parece que el Plan de Choque ha echado raíces dentro de la sanidad pública valenciana. Todo pese a las promesas de desterrarlo enarboladas por la actual consellera de Sanidad, Carmen Montón, cuando llegó al cargo hace ya dos años. Y es que en la provincia de Alicante, el número de pacientes derivados a clínicas privadas con cargo a las cuentas de la Generalitat se ha mantenido casi invariable en el último año, 6.079 frente a los 6.093 del año anterior, según las dos últimas memorias de gestión de la Conselleria de Sanidad. Todo pese a que en el conjunto de la Comunidad Valenciana se ha reducido en 1.700 el número de intervenciones en clínicas privadas, después de que Sanidad haya eliminado en los últimos meses del plan de choque las operaciones por artrosis de rodilla y cadera, así como el tratamiento de los trastornos internos de rodilla y de disco intervertebral. Pese a la supresión de estas intervenciones y a las promesas de la consellera de asumir en los hospitales de la red pública el máximo número de operaciones, este año Sanidad tiene previsto desembolsar 5 millones de euros para pagar a las clínicas del plan de choque, según se recoge en los presupuestos de 2017.
Los hospitales alicantinos son los que más pacientes envían para ser operados en las clínicas privadas de su entorno, en concreto el 52% de todos los enfermos derivados en el conjunto de la Comunidad Valenciana el año pasado eran de la provincia. Por su tamaño, los hospitales General de Alicante y el de Sant Joan son los centros sanitarios que más uso hacen de este programa, tras remitir en el último año a 1.397 y a 1.831 enfermos respectivamente.
¿Pero qué pasa en la provincia para que sea imposible acabar con el plan de choque? Profesionales de la Conselleria de Sanidad consultados por este periódico hablan de una saturación de los principales hospitales, el General de Alicante y el de Sant Joan. «Tras su reforma, el Hospital General perdió 200 camas y eso ha pasado una importante factura», señala uno de estos profesionales. Cuando se acometió esta reforma hace diez años «se hablaba de que no eran necesarias tantas camas porque la hospitalización a domicilio iba a tomar el relevo, pero la realidad es que este modelo no se ha terminado de desarrollar y el Hospital General se ha quedado ya pequeño y viejo». Respecto al Hospital de Sant Joan, veinticinco años después de su apertura tiene el doble de la población con la que nació y sus instalaciones se han quedado a todas luces insuficientes.
En este sentido, los sindicatos CC OO y UGT creen que se debería retomar la idea de un tercer hospital para la ciudad. También exigen que se saque el máximo aprovechamiento a los quirófanos por las tardes. «Por las mañanas en el hospital hay 2.000 personas trabajando y por la tarde 700, así es imposible terminar con las listas de espera y con el plan de choque», señala Francisco Tévar, delegado de CC OO en el Hospital General de Alicante. Para Rosa Queijas, de UGT, los hospitales de la ciudad ya no dan más de sí, por lo que reclama que se retome el proyecto de tercer hospital. «Son necesarias más inversiones en la provincia, porque Alicante siempre es el patito feo de la ciudad», afirma.
Y mientras, las lista de espera siguen aumentando, al pasar de 98 días en junio de 2016 a 107 el pasado mes de junio, según los datos aportados esta semana por la Conselleria de Sanidad.
El número de pacientes que aguardan una intervención también ha subido, de 59.883 de hace un año a los 66.512 actuales. La mayoría, 40.154, esperan hasta 90 días para entrar a quirófano y más de 12.133 enfermos llevan aguardando más de 180 días para ser intervenidos. En este sentido, la consellera de Sanidad, Carmen Montón, definió ayer las listas de espera quirúrgicas como «el caballo de batalla histórico» de la sanidad pública, y aseguró que van a seguir trabajando para intentar mejorarlas con los medios que tiene la Generalitat.
Montón, que hizo estas declaraciones a Efe tras visitar el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU), explicó que su departamento ha puesto «muchas cuestiones sobre la mesa y una de ellas es la transparencia» con la publicación de los datos del Registro Individualizado de la Lista de Espera Quirúrgica en su página web, y añadió que «estamos haciendo que los pacientes puedan tener una estimación del 80% de cuando va a ser esa operación quirúrgica».
También destacó que seguirán trabajando, entre otras medidas, en «favorecer al autoconcierto» y «en el plan de choque cuando sea necesario».
