«Era una muerta anunciada. Lo primero que hicimos desde Covapa fue argumentar la retirada del decreto de plurilingüismo basado en los derechos fundamentales porque había alumnos de primera y de segunda según estudiaran en castellano o en valenciano». El presidente autonómico de Covapa, Ramón López, representante de los padres de alumnos de centros públicos, lamenta a su vez que «los horarios que han trabajado las direcciones de los centros basadas en el plurilingüismo, vayan a terminar en la papelera».

López reclama ahora de Educación «instrucciones claras» para que todos los centros «sepan que deben volver al estatus de 2012 en materia lingüística», y coincide con Julia Llopis, la presidenta también autonómica de Concapa, representante de los padres de centros concertados, en que debería haber un nuevo proceso «urgente y extraordinario de matrícula», porque, según López «hemos recibido varios casos de familias, que han cambiado al hijo mayor de colegio para evitar que el pequeño empezara una enseñanza en lenguas que no les satisface».

También reclaman ambos que se rehagan las listas de los libros del curso que viene en los casos en los que se haya contado con la aplicación del plurilingüismo.

Llopis aventura más sentencias ante otros recursos que ratificarán la «defunción» del plurilingüismo. «Ha habido un chantaje claro a los centros para escoger el nivel de lenguas», asegura al tiempo que reclama del conseller «que presente la dimisión».

Defensa

Escola Valencia, por contra, reafirma su defensa del decreto de plurilingüismo porque «acaba con la discriminación al favorecer el aprendizaje de lenguas en condiciones de igualdad», y tacha el auto del TSJ de «ataque a la normalización del valenciano en todos los ámbitos. Parece que en un estado democrático la separación de poderes no existe», critica.