Reunidos ayer en asamblea permanente en el Instituto Cavanilles de Alicante, los representantes de los directores de la provincia determinaron que la salud de los alumnos debe primar en estos momentos sobre cualquier otra cuestión, por lo que en caso de elevadas temperaturas recomiendan la suspensión puntual de las clases o, en los casos en que el centro pueda, desplazar a los alumnos a otros espacios más frescos. Toni González Picornell, portavoz de la permanente, reconoció que la responsabilidad de la organización académica recae sobre el director de cada centro, y que no pueden permitir que ocurra una desgracia, aunque también admitió la dificultad de suspender clases y el temor entre los directores de que la inspección les expediente, pese que el propio director territorial aseveró que no está en su ánimo perseguir a nadie por tratar de paliar las extremas temperaturas. «Estamos deseando que envíen un protocolo para actuar contra el, dijo Picornell. V. B.