Desde el Hospital General indicaron que las operaciones que no requieren el ingreso del paciente han pasado del 50,23% al 68,5% en un año. Fuentes sanitarias incidieron en las ventajas de esta práctica en aquellas intervenciones que no revisten mucha complejidad y cuyos cuidados postoperatorios son «no intensivos y de corta duración». En este sentido, destacaron que, al no ingresar la persona en el hospital, su vida cotidiana «no se ve prácticamente alterada» por la operación y, además, «se elimina la ansiedad que produce en ocasiones» la estancia en un hospital. Por otra parte, en 16.316 de las intervenciones practicadas a lo largo del año pasado -un 77% del total- se utilizó anestesia general, mientras que en los casos restantes se emplearon técnicas anestésicas de tipo local. Estas últimas se emplean sobre todo en intervenciones menores en puntos muy específicos, según explicaron fuentes hospitalarias, «como la mano, el pie o el ojo». Por último, la actividad en las consultas externas del hospital también se incrementó en prácticamente un 3% durante el periodo analizado, al pasar de 182.882 a 188.327 pacientes. A. T.