El Catálogo de Protecciones no irá a pleno hasta que el concejal de Urbanismo tenga la plena garantía de que saldrá adelante, para lo cual necesita el voto a favor de la edil tránsfuga, Nerea Belmonte, con la que está manteniendo reuniones para conseguir un acercamiento, pero de momento no lo tiene, de ahí que Pavón no lleve el asunto a este próximo pleno. «Nerea sigue en la indefinición», dijo ayer Pavón, sin entender demasiado por qué aún no se ha posicionado. «Lo de los monumentos franquistas lo tiene claro, y nosotros también», afirmó el responsable de Urbanismo.

Belmonte le hizo saber a Pavón en el encuentro que mantuvieron el pasado miércoles que no aprobará un catálogo que protege monumentos franquistas, en clara alusión a la Cruz de los Caídos, el monumento en memoria de los muertos del bando sublevado que está frente a la céntrica plaza de Calvo Sotelo.

Esta cruz y el Monumento a los Caídos de Aguamarga forman parte del Catálogo de Protecciones porque los técnicos de Urbanismo los incluyeron por sus «valores plásticos, espaciales y arquitectónicos», según dijo Pavón, quien ahora quiere retirarles la protección. Sus socios de gobierno han dicho que apoyarán la medida sólo si se vulnera la Ley de Memoria Histórica.

Pavón dijo ayer que Belmonte tiene ya los dos informes que solicitó. «Cuando tenga una postura clara, me lo trasladará». Sí que irá a pleno la cuarta modificación de la ordenanza reguladora del procedimiento para el otorgamiento de licencias urbanísticas, que supondrá plazos más cortos para la concesión de licencias de edificación en un 90% de los casos.