La brecha digital son las barreras generacionales, culturales o socioeconómicas que excluyen de internet a gran parte de la ciudadanía. Esta marginación en el acceso a la red hace que cientos de miles de habitantes de la Comunidad Valenciana vivan al margen del avance de la Administración electrónica. Basta un dato: más de un tercio (el 34,4 %) de los ciudadanos de16 a 74 años carece de correo electrónico según la última encuesta de usos de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) del Instituto Nacional de Estadística (INE) y que hace referencia a 2016. Esto supone que casi 1,3 millones de valencianos tienen muy complicado hacer trámites o interactuar con las administraciones y servicios públicos por internet al no tener e-mail.
Ocho de cada 10 valencianos de entre 16 y 73 años, cerca de tres millones de personas, es usuario de internet. Además, la mayoría de ellos, el 96 %, utiliza la red con frecuencia. Sin embargo, un 19,2 % de este tramo de población, más de 704.000 personas, viven al margen de internet.
El genero si importa
La brecha digital valenciana tiene cinco caras visibles: género, edad, nivel de estudios, trabajo y renta del hogar. En cuanto a la brecha de género, el 85 % de los hombres usa internet frente a un 76,6 % de las mujeres. Estos 8,4 puntos doblan con creces a la diferencia media en España del uso de internet por sexo, que tras tres años reduciéndose volvió a crecer en 2016 a favor del varón.
La edad también es un factor determinante en el uso de internet, en una clara tendencia decreciente conforme más mayor es la población. Así entre los menores de 44 años los porcentajes de acceso a la red son del 96 % o más. Entre los 45 y los 54 años no llegan al 90 % . El abismo digital se abre a partir de los 55 años. Entre este umbral y los 64 años poco más del 62 % de los habitantes de la Comunidad utiliza internet. A partir de la edad de jubilación no llegan al 30 %.
El nivel de estudios también es una barrera que condiciona el acceso a internet. Si entre el 98 y el 100 % de los valencianos que han terminado sus estudios universitarios o de FP Superior son usuarios de la red, este porcentaje no llega al 40 % entre los que sólo acabaron la educación Primaria. El apartheid digital de la población analfabeta o sin estudios primarios es brutal, pues sólo el 4,7 % usa internet.
Tener trabajo o no también es otra barrera. Hay más de 12 puntos de distancia en el uso de internet entre la población ocupada y la desempleada. El 94,1 % de los que tienen un trabajo utilizan internet, mientras que este porcentaje baja al 81,8 entre los parados.
El condicionante de la edad y el sexo también influye sobre la población inactiva. Mientras el 99 % de los estudiantes usan internet, a la red sólo acceden el 39 % de los pensionistas y poco más de la mitad de las amas de casa.
En cuanto a la renta, el 62 % de las personas que viven en hogares con ingresos mensuales netos de menos de 900 euros es usuaria de internet. Esta proporción crece hasta el 98 % si se pertenece a un hogar donde los ingresos netos superan los 2.500 euros al mes.
Seis de cada diez internautas valencianos entre 16 y 74 años utilizaron durante 2016 la Administración electrónica, lo que supone que casi 1,9 millones de personas interactuó con las administraciones y servicios públicos a través de la red. Esta proporción está en la media española.
