El Ayuntamiento de Alicante, la Conselleria de Infraestructuras y el Ministerio de Fomento (Adif) ratificaron ayer oficialmente el acuerdo al que llegaron el pasado mayo para salvar a la sociedad Avant -la empresa pública encargada de ordenar los accesos ferroviarios a Alicante- con la asunción por parte de Adif de la deuda de 60 millones de euros que arrastraba la sociedad y que le habían puesto al borde de la liquidación. A cambio, Fomento asume los terrenos que en el convenio de 2003 pasaban a Avant y todos los socios se comprometen a reactivar la operación que deberá culminar con la construcción de un gran parque central, viviendas, comercios y la ampliación de la estación sobre una superficie de 220.000 m2 entre la Vía Parque y la estación del AVE.
¿Plazos? Secreto de sumario, aunque el vicealcalde y concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, admitió, en un alarde de transparencia, que todo se queda para la próxima legislatura. Es decir, que las primeras reparcelaciones y movimientos de tierras no comenzarán a verse antes de 2020, dieciséis años después de que el arquitecto Cantallops trazara en 2004 las primeras rayas del proyecto en el que iba a ser nuevo PGOU de Alicante, otro proyecto fallido.
Liberada de la deuda, Avant volverá a endeudarse porque sus socios (50% Ministerio de Fomento, 25% Ayuntamiento de Alicante y 25% Generalitat) acordaron ayer, durante la reunión del consejo de administración, pedir un crédito de 50 millones de euros para iniciar el proceso que debe terminar con la construcción de unas 1.200 viviendas y zonas comerciales con las que pagar la construcción de parque central -Operación Integrada 2- y un cordón verde entre la Vía Parque y el túnel por el que los trenes entran a la estación término de Alicante. Avant espera así conseguir unas plusvalías que sirvan para pagar el préstamo y, con los euros que sobren, ampliar la estación del AVE para convertirla, sin es posible, en intermodal, algo que queda para una segunda fase y sin fechas, porque lo urgente es el ordenamiento urbanístico que permita generar las plusvalías.
En este sentido, el vicealcalde de Alicante y concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, anunció que al margen del plan que tienen que redactar los técnicos y que se quiere tener listo en septiembre, se convocará a principios de 2018 un concurso de ideas para definir el número definitivo de viviendas, el diseño del parque central e, incluso, qué hacer con el Puente Rojo sobre la Gran Vía, objeto de polémica entre los vecinos que quieren derribarlo y los que abogan por su mantenimiento. Lo que sí celebró Pavón es que, finalmente, ya es un hecho la desaparición de la «vía de la vagoneta», una infraestructura que Adif mantiene en superficie en medio de los terrenos liberados parcialmente de las vías y que, incluso, dificulta las actuaciones sobre la Vía Parque.
Otro de los acuerdos del consejo de Avant fue el buscar una solución definitiva para la conexión del tranvía con la estación del AVE, y evitar así el recorrido a pie de los pasajeros que llegan de Madrid y tienen que caminar por la avenida de la Estación con maletas hasta Luceros pese a que los tranvías llegan hasta la estación. «Debemos mirarlo pero una opción puede ser, según como esté el túnel, una pasarela peatonal automática», subrayó Pavón.
La consellera Infraestructuras, María José Salvador, se mostró satisfecha del desbloqueo de la situación de Avant en elque recordó que el Consell ha puesto hasta ahora unos 50 millones. Salvador subrayó el acuerdo de las tres administraciones e insistió en «la apuesta del Consell con Alicante como lo demuestra la Vía Parque y el TRAM», enfatizó la consellera.
