La asociación provincial de hoteles de Alicante, que preside Isabel González, ha decidido colaborar directamente con los ayuntamientos para que ningún escolar se quede sin comer este verano. Los ayuntamientos cubren esta alimentación en julio con los campamentos de verano, pero en agosto no todos disponen de medios.

De momento, y pese a que en Alicante los campamentos se prolongan hasta el 15 de agosto, y que el resto del mes se sigue alimentando a los escolares y a sus familias a través de las mesas de solidaridad de Cruz Roja e Hijas de la Caridad, en contacto con los servicios sociales municipales, como precisa la concejala Julia Angulo, «la insistencia de la asociación de hoteles por colaborar» les ha llevado a organizar par dentro de quince días la primera aportación del colectivo: las frutas, yogures y sandwiches que necesiten los 270 menores que siguen en los campamentos de verano en la ciudad de Alicante.

La edil destaca la actitud de los hoteleros con su contribución. «Alicante demuestra que es una ciudad de personas con espíritu altruista y vamos a canalizarlo», dijo. Para el próximo año la edil anuncia la firma de un convenio de colaboración, junto a la concejala también de Turismo, Eva Montesinos, para formalizar la contribución del sector hotelero «desde una línea saludable».

Los 700 menores que este mes de julio comen en los centros sociales y colegios coordinados con Pavirre, la asociación de los campamentos de verano en la Zona Norte, han ascendido desde los 600 atendidos el año pasado, pero en agosto la cifra desciende prácticamente a la mitad, como precisa la edil Angulo.

«Aunque ya no haya campamentos, 16 centros sociocomumitarios siguen abiertos los primeros 15 días de agosto y el resto del mes se cubre la alimentación con las mesas de solidaridad tras la acreditación de las familias que no se van de veraneo, para que dispongan de alimento todo ellos, no solo el menor escolar».

Ayer, esta responsable visitó varios de estos centros donde los niños, además de alimentarse, practican deporte, hacen talleres de pintura, juegos de agua, salidas a la playa del Postiguet o al parque Lo Morant, con sus monitores y colaboradores.

La evaluación que el Ayuntamiento ha llevado a acabo entre los menores sobre su grado de satisfacción «es óptima, tanto sobre sus monitores como sobre las actividades», afirma Angulo.