La imagen de la Virgen del Carmen recorrió ayer las calles del Casco Antiguo en un procesión que empezó desde la Basílica de Santa María y que terminó en la Concatedral de San Nicolás. Allí fue recibida por la patrona de la ciudad, la Virgen del Remedio, antes de regresar a la basílica en una tarde de tradición y devoción. La imagen lució, además de su valorado ajuar, enseres cedidos por las Hermandades del Cristo del Mar y del Ecce Homo. Además, procesionó una reliquia del Beato Padre Faustino, cedida por el colegio Calasancio de Alicante, que será canonizado por el Papa en otoño.