El delegado del Gobierno en la Comunidad, Juan Carlos Moragues, que supervisó todo el operativo de desactivación de la bomba submarina, calificó de «excepcional» que se encuentren bombas de la II Guerra Mundial en el Mediterráneo. «Es curioso que aparezcan artefactos de este estilo, que se utilizaban en la contienda para atacar al enemigo. Se hacían explosionar en el fondo del mar para atacar a los submarinos que estuvieran por la zona».

Pese a la singularidad del hallazgo, Moragues recordó que en 2011 en Calp aparecieron los restos de un submarino alemán que había sido atacado y hundido por el Ejército británico, y allí yacen. «Es verdad que hubo algún tipo de enfrentamiento muy puntual entre las fuerzas aliadas y el Ejército alemán». El subdelegado cree que un barco llevó la bomba cerca de Tabarca, «posiblemente ha sido como consecuencia de un arrastre el que haya llegado tan cerca, a dos millas de la isla» y de la reserva.