La imagen de la Virgen del Carmen recorrió ayer en procesión desde la Basílica de Santa María a hombros de sus costaleros las calle del casco antiguo de Alicante para satisfacción de los alicantinos amantes de la Virgen, gente del mar, y grata sorpresa para los turistas.. La imagen, obra del imaginero Antonio Castillo Lastrucci, cumple ahora 73 años desde que llegase a la ciudad el 12 de octubre de 1944, para sustituir a la primitiva imagen perdida en la Guerra Civil, y fuese coronada por el obispo Luis Almarcha para convertirse en la patrona de los marineros.

La cofradía, fundada hace 100 años en torno a la devoción a la Virgen del Carmen, ha pasado por distintas etapas en su historia, desde la pérdida de la imagen o la disolución de la cofradía en el siglo pasado, hasta el nuevo impulso que desde hace dos años ha vivido de la mano de cofrades de la Semana Santa llegando en la actualidad a superar los 80 miembros.

En la procesión se ha estrenado el paso procesional en una primera fase de ejecución realizado por un hermano de la corporación. Y la Virgen lucirá, además de su valorado ajuar en el que destaca el manto blanco bordado en oro, enseres cedidos por las Hermandades del Cristo del Mar, que se encuentra inmersa en su centenario fundacional y que celebrará la Coronación Canónica de su Dolorosa en octubre, y del Ecce Homo. Además, procesionará una reliquia del Beato Padre Faustino, cedida por el colegio Calasancio de Alicante, que será canonizado por el Papa el próximo otoño.

La procesión recorrió las calles del Barrio hasta llegar a la concatedral de San Nicolás tras haber pasado por el Raval Roig, donde fue recibida por la patrona, la Virgen del Remedio, a los pies del altar, para luego regresar a la basílica de Santa María en una tarde de tradición y devoción con marcado carácter marinero.