La apertura de dos líneas marítimas directas con Argelia desde los puertos de Barcelona y València ha quitado este año presión al operativo montado por el Gobierno en el Puerto de Alicante para atender a los pasajeros de origen magrebí y residencia en Europa que todos los veranos viajan de vacaciones a sus países de origen en el ferry que conecta Alicante con Orán, Argel y Mostaganem.

El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues, supervisó ayer el dispositivo y dio los datos del primer mes de operaciones que se ha saldado con 7.500 pasajeros y 2.000 coches, cifras que contrastan con los cerca de 9.000 pasajeros del mismo periodo de 2016. Con todo, la Delegación del Gobierno tiene montado un dispositivo para atender entre el pasado 15 de junio y el próximo 15 de septiembre a unas 45.000 personas -diez mil menos que la previsión inicial- y 15.000 vehículos. El año pasado, durante los cuatro meses fuertes (junio/septiembre), 105.000 pasajeros pasaron por la terminal.

Setenta agentes de Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Portuaria velan por mantener la seguridad en la terminal marítima en la que amarran cuatro barcos con capacidad para mover una media de 1.300 pasajeros por trayecto. Ayer, llegó el Tassili que partió por la tarde rumbo al puerto de Mostaganem y, pese a que hay más medios que en otros operaciones, los usuarios volvieron a quejarse del calor y de la falta de zonas de sombra.

Juan Carlos Moragues recibió las quejas en persona y en directo y se comprometió a solucionarlas con la Autoridad Portuaria, sobre todo en la zona de aparcamiento de los vehículos. No obstante, el delegado del Gobierno aclaró que «la zona de embarque se abre cinco horas antes de la salida del barco y entonces ya no existe el problema, pero no podemos evitar que muchos viajeros sigan llegando a Alicante sin el billete y encuentren con que ese día el barco está completo o va a un destino diferente».

Y es que, pese a que el operativo ha mejorado, éste sigue siendo el gran problema. Los viajeros se resisten a sacar los billetes por internet y siguen, como hace veinte años, presentándose en la terminal sin billete y, algunos, sin saber incluso si ese día hay barco. El viaje de ida y vuelta de dos personas con su coche cuesta desde 320 euros. La terminal marítima de Argelia está abierta las 24 horas del día y cuenta con bares y tiendas, y en la misma se ha reforzado el operativo con cuatro traductores y cuatro asistentes sociales contratados al efecto.

La naviera argelina que conecta Alicante con los puertos de Argel, Orán y Mostaganem utilizará cuatro barcos y tiene previstas 40 rotaciones entre el 15 de junio y el 15 de septiembre. Hay barcos todas las semanas y en los días punta hasta dos buques diarios. Aunque no hay un nivel de alerta especial, los atentados terroristas en diferentes capitales europeas han hecho que se potencie la presencia policial, tanto en el Puerto como en la ciudad. A la Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Local y Policía Portuaria se unirán la Cruz Roja, Bomberos y hasta la Unidad Militar de Emergencias si fuera necesario. El dispositivo se podía observar ayer al completo, sobre todo coincidiendo con la visita del delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues.

Moragues resaltó el buen desarrollo que hasta la fecha está teniendo esta OPE desde Alicante. Según los datos facilitados por Moragues, tan sólo han sido necesarias un total de 19 intervenciones sanitarias, la mayoría por afecciones leves, y 189 asistencias sociales, de ellas 127 para facilitar información a los viajeros.

En total, los cuatro traductores contratados por la Delegación del Gobierno han atendido 215 solicitudes de apoyo de los viajeros que han usado hasta la fecha las instalaciones del puerto de Alicante.

Información en la autopista

En el operativo también interviene aunque fuera de la terminal marítima, la Dirección General de Tráfico, que ha dispuesto áreas de descanso e información durante todo el trazado de la AP-7 y la Jefatura Provincial de Tráfico de Alicante, que ha instalado un punto de información en el área de servicio de La Marina-Villajoyosa, con dos intérpretes de árabe y francés para informar a los viajeros sobre la ocupación del puerto.

La Operación Paso del Estrecho, que hace unos años llegó a colapsar las instalaciones del Puerto de Alicante, sobre todo cuando se desarrollaba en los muelles de la actual Zona Volvo, ha cambiado mucho y desde hace unos años se dispone de una terminal especial para el tráfico de pasajeros con Argelia en la dársena de Poniente.

Con todo, en los días punta se producen situaciones de atasco, sobre todo si las condiciones del mar impiden moverse a los barcos o por la llegada de muchos pasajeros sin billete. La apertura de líneas directas desde Valencia y Barcelona también han suavizado la situación en Alicante. El enlace marítimo con Argelia está muy consolidado y funciona todo el año, y es considerado estratégico tanto para el gobierno español como para el ejecutivo argelino. La naviera argelina paga por atraque y de momento no hay suspensión de barcos. Sin embargo, existe cierta incertidumbre en relación al futuro de la línea a medio plazo. De mantenerse y crecer en València podría terminar afectando más a este tráfico que genera buenos ingresos al Puerto, no tanto a la ciudad.

Ludoteca y servicios

Labor importante en el conjunto de la Operación Paso del Estrecho en Alicante es la que realizan los voluntarios de la Cruz Roja, que son los encargados de la atención sanitaria a los pasajeros y de entretener a los miles de niños que llegan con sus familias y se encuentran con que el barco no sale ese día por alguna causa técnica o, sencillamente, no hay billetes. Cruz Roja ha habilitado una ludoteca, zona de duchas, sala de curas y un botiquín donde se realizan primeros auxilios.

Según la memoria del año pasado, los cerca de 50 días de cobertura generan un total de 95 turnos con cerca de 200 servicios cubiertos por unos 80 voluntarios de la provincia de otras zonas de España que responde a la llamada de Cruz Roja. Así, junto a los alicantinos hasta el Puerto llegan en estos meses de verano voluntarios de Madrid, Barcelona, Albacete, Ciudad Real, Burgos, Murcia y Ávila. El año pasado trabajaron 63 voluntarios de la provincia llegados de Alcoy, Alicante, Aspe, Benidorm, Crevillent, Elda, Orihuela, Petrer, Santa Pola y La Vila. Voluntarios que trabajan también junto a Protección Civil.