Un endurecimiento de las sanciones a quienes incumplan la ordenanza de limpieza y ensucien las calles de Alicante, «que éstas sean publicadas para corregir esa falta de civismo», y que se controle mejor el problema de los excrementos caninos con más multas y tasas, o limitando la tenencia de perros por hogar. Son algunas de las peticiones que formularon al Ayuntamiento los representantes de ocho asociaciones de vecinos de Alicante que se reunieron con el concejal responsable de limpieza, Víctor Domínguez.

Las asociaciones también reclamaron sopladoras para los barrios. Denunciaron también problemas concretos como la falta de limpieza de la plaza de Gabriel Miró, el descontrol con los solares y problemas con descampados como uno de Adif en Ciudad de Asís «lleno de ramajes que han ardido» y que en este mismo barrio los imbornales están sucios, «llenos de basura y no tragan». Desde Gran Vía Sur reclaman la limpieza de la calle Panamá. Otra queja es la mala situación de la plaza de Florida Portazgo, donde afirman que faltan baldeos.

Los vecinos consideran que han bajado las condiciones de calidad de la contrata de limpieza tras la renovación del servicio que aprobó el Ayuntamiento hasta 2021, y también sostienen que los barrios están más sucios que el centro. El concejal Víctor Domínguez replicó en este sentido que no se le ha quitado servicio a los barrios sino que se ha mejorado en el centro y las playas con la contratación de más personal.

El edil, de Guanyar, anunció que el Ayuntamiento ha comprado una máquina para limpiar los chicles del suelo y los grafitis que pondrán en marcha en breve, y sobre la limpieza de los alcorques de los árboles, objeto este año de controversia, dijo que va con retraso porque se ha cambiado el método para no usar insecticidas pero que está en vías de solución con el uso de productos no contaminantes.

Los vecinos también criticaron cómo se ha resuelto la ubicación de los racós de hogueras y las barracas en zonas ajardinadas, y anuncian la interposición de denuncias. De paso reclamaron un inventario de árboles cortados y de alcorques vacíos, y fiscalización de la labor de algunos trabajadores de la limpieza.