El Catálogo de Protecciones del Ayuntamiento de Alicante, pendiente de aprobación por el pleno municipal, incluye entre sus fichas la Cruz de los Caídos, situada frente a la plaza de Calvo Sotelo, y el Monumento a los Caídos de la Vega Baja, ubicado en el entorno de Aguamarga. Ambos elementos fueron construidos durante la dictadura franquista y, a día de hoy, continúan en su emplazamiento original. El concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, asegura que la protección de los dos monumentos responde a un «criterio técnico». Y es que según el vicealcalde y líder de Guanyar, los funcionarios de Urbanismo consideran necesaria su protección por los «valores plásticos, espaciales y arquitectónicos» que, según Pavón, están «desprovistos de toda connotación fascista». El edil recuerda, por otro lado, que ambas construcciones estaban incluidas en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos del PP. No lo ven igual desde la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica: «Creemos que no deben ser protegidas porque vulneran la ley, son monumentos fascistas. Consideramos que protegerlas es poner en valor monumentos del franquismo».

La Cruz de los Caídos, de hormigón armado, fue construida en el año 1939 por el arquitecto Miguel López, en colaboración con Miguel Abad. Según una reseña publicada por Alicante Vivo, tras la toma de Alicante por el bando franquista a principios de 1939, «una de las primeras tareas que se encomendó a la gestora presidida por Ambrosio Luciáñez [Riesco] fue el perpetuar la memoria de los caídos del bando sublevado». Según el relato de la asociación, «se acordó erigir una cruz conmemorativa con un coste [inicial] de 14.884 pesetas». El monumento franquista fue inaugurado en junio de 1940, quedando dedicado sólo a los «caídos por Dios y por España». Casi medio siglo después, en 1987, con el socialista José Luis Lassaletta al frente del Ayuntamiento de Alicante, se modificó la inscripción original, «pasando a dedicarse el monumento a todos los caídos». La leyenda que se lee hoy recuerda «a todos los hombres y mujeres que murieron en defensa de sus ideales».

Por otro lado, en Aguamarga se alza otro monumento construido por la dictadura franquista que está ahora incluido en el Catálogo de Protecciones, pendiente de aprobación por el pleno municipal. Según Alicante Vivo, se trata de un «símbolo a los mártires realizado en 1941 y que se bautizó con el nombre de Monumento a los Caídos de La Vega Baja». Y es que, según cuentan, «en ese punto, muy próximo al Barranco de las Ovejas, en el año 1936, un grupo de cincuenta falangistas procedentes de la Vega Baja fueron detenidos por la Guardia de Asalto». Al parecer, continúa el relato publicado por Alicante Vivo en su página web, «iban hacia la ciudad dispuestos a liberar» a José Antonio Primo de Rivera, preso en la cárcel de La Florida: «Días más tarde, fueron juzgados y ejecutados. Y en su afán de convertir en mártires a todos sus muertos, en 1941, el régimen de Franco alzó este monumento en su memoria». Esta construcción tiene la firma del arquitecto Miguel López y del escultor Daniel Bañuls.

Cuestionado por la inclusión de ambos monumentos de la época franquista en el Catálogo de Protecciones, Pavón alega que la decisión es «técnica», aunque admite que su opinión personal dista de la postura que mantienen los técnicos de su área. «No acabo de ver la protección de la Cruz de los Caídos por tener mucha visibilidad urbana», reconoce el concejal, quien se muestra dispuesto a abrir el debate sobre el posible traslado del monumento. Esta cuestión ya estuvo sobre la mesa en 1989, según Alicante Vivo, cuando se proyectó el aparcamiento subterráneo en Maisonnave. Sin embargo, pese a hablarse de llevarla hasta el Cementerio de Alicante, la cruz al final se mantuvo en su ubicación inicial.

Pavón, por otro lado, resalta que el Catálogo de Protecciones, cuya aprobación sigue en el aire por el bloqueo de la oposición, incluye elementos históricos como los 94 refugios antiaéreos repartidos por la ciudad, las defensas antiaéreas de Rabasa y, también, el búnker del barrio de Babel.