La inteligencia artificial tiene múltiples posibilidades en la era actual y la gran incógnita es cómo sacar el mejor partido. La gerente de Aprendizaje de Máquinas de Amazon, Zornitsa Kozareva, incidió en las nuevas tecnologías y las relaciones sociales, en cómo las tareas aligeran el trabajo, como es el caso de Amazon, que tiene un sistema muy humano en el trato con el cliente y aquéllos que no tienen tiempo y necesitan comprar verdura para la comida, a golpe de click la compañía se la entrega en casa en una hora.

Por su parte, Sujit Ravi se refirió a uno de los productas de la multinacional, las Google Glass, de las que reconoció que fueron «un adelantado a su tiempo, pero no tenían potencial suficiente y no eran económicas».

Mientras, la experta en turismo Cristina Rodes, puso el ejemplo del cliente que llega a un hotel y tiene que esperar media hora para conseguir su llave para la habitación, cuando con las nuevas tecnologías hay establecimientos que ya cuentan con servicio automatico. «Las empresas que avanzan son las que saben combinar la tecnología con lo que quiere el cliente», aseguró.

El director de Recursos en la Red, Juan José López, apostó por que se producirá un cambio «muy grande» cuando los clientes puedan ir solo con el smartwatch y dejar el teléfono en el coche o en casa: «Entonces sí compensará, estamos cerca de conseguirlo, habrá evoluciones en los hábitos, y con el reloj pasará algo parecido a los smartphones (teléfonos inteligentes) hace diez años, que en poco tiempo se darán pequeñas evoluciones que vayan sumando al consumidor».

En la misma línea se explicó director de Desarrollo de Negocio de INFORMACIÓN, Raúl Juan, para quien nos encontramos ante «un cambio global pero no es un cambio de sociedad, surgen cosas que antes hacían las personas y que van a dejar de hacer». Juan ahondó en que en poco tiempo «estamos cerca de no diferenciar en una conversación entre una máquina y una persona; cuando eso ocurra, hablaremos por teléfono con alguien y no sabremos si es humano o robot».