La empresa propietaria de la réplica del Santísima Trinidad ha recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana el traslado al muelle 7 del Puerto del "artefecto flotante", según su propia definición tras haber sido reclasificado, que desde 2011 permanecía amarrado al muelle 4 del puerto. La empresa asegura que ha reparado el casco y presentado en Marina Mercante dos inspecciones de empresas homologadas que certifican la estanqueidad y flotación, y ha realizado una inspección submarina privada ya que "Seguridad Marítima de Alicante", según denuncia Rafael Ibáñez, propietarios del casco, no ha pedido pruebas ni inspecciones "tras un percance surgido y reparado".

La réplica del Santísima Trinidad abandona el Puerto de Alicante

La réplica del Santísima Trinidad abandona el Puerto de Alicante

Según Ibáñez, "Seguridad Marítima, el APA y posiblemente la Alcaldía se han negado a comprobar el estado de la réplica. El barco en supuesto riesgo de hundimiento se ha trasladado a un muelle exterior con más golpes de mar y menos protegido, con profundidad suficiente como para hundirse del todo, ya que el muelle cuatro solo tiene 5 más y el barco cala casi tres, sin luz ni agua para mantener personal a bordo como ordenó Capitanía Marítima".

"Esta claro que el objetivo no es una revisión fuera del agua, conocedores con escritos de los varaderos que no son posible en Dénia hasta agosto y en Cartagena hasta 2018. El objetivo es que de hunda. Qué pena para Alicante y que atraco a la propiedad y las propuestas de pequeños empresarios por intereses particulares", señala Ibáñez en una nota remitida a este periódico.

La Autoridad Portuaria de Alicante decidió no renovarle la concesión caducada y el traslado estuvo avalado por un Juzgado de Alicante.