Las máquinas expendedoras de comida en el campus se dividen entre las saludables, que la Universidad implantó en un intento por mejorar la calidad nutricional de los alimentos que ingieren los alumnos y el personal, y las convencionales. Pero un estudio elaborado por el Gabinete de Alimentación y Nutrición de la propia UA ha demostrado que apenas existe variación en cuanto a los valores nutricionales de unas y otras, salvo en las grasas, según indicó la responsable del estudio Aurora Norte.
«Al final estas máquinas catalogadas como saludables lo que hacen es crear confusión en los consumidores porque venden igualmente productos procesados», explicó Norte.
El Aulario II, la Biblioteca General, la Facultad de Derecho y el Polideportivo son los lugares donde están instaladas estas máquinas «saludables». En ellas se puedes encontrar galletas sin azúcares, de fibra, tortitas de maíz y platos preparados de ensaladas e incluso de lentejas. El problema es que son platos procesados con salsas y aceites. En las convencionales además de galletas, chocolatinas, patatas fritas y palitos de pipas hay también zumos, bebidas energéticas y refrescos. La diferencia en las kilocalorías no son estadísticamente significativas, según recoge el estudio y sólo en el valor de las grasas y las grasas saturadas se da una diferencia abultada. En las máquinas saludables los valores mínimos y máximos oscilan entre 13 y 22,5, mientras que en las convencionales se disparan a entre 56 y 71. Y en las grasas saturadas, de entre 1 y 13 en las saludables y 28 y 39 en las otras.
«Lo cierto es que son valores que en la dieta de todo un día no marcan gran diferencia», señaló la autora del estudio, quien además destacó que «en las máquinas instaladas en los cuatro clubes sociales y que no pertenecen a la universidad sí vemos alimentos más saludables como la fruta, aunque no fueron objeto de estudio». Por este motivo, en opinión de Norte un comité de expertos en nutrición deberían evaluar el contenido de estas máquinas antes de implantarlas para que realmente se consigan los objetivos perseguidos.
En cuanto a los precios, los productos de las saludables cuestan 0,80 salvo los platos preparados que valen dos euros. En las convencionales los precios van de 0,50 a un euro.
La autora presentó estos datos dentro del VIII Congreso Iberoamericano de Universidades Promotoras de la Salud que ha reunido durante tres días a más de 200 participantes.
