¿Por qué se nos arrugan los dedos?, ¿Por qué se nos pone la piel de gallina?, ¿Por qué sopla brisa en la playa y explotan las palomitas? Respondiendo a estas preguntas a base de crear vídeos muy cortitos de apenas 30 segundos de duración, en los que incluyen imágenes, la grabación de su voz o la de una marioneta con la que simulan interactuar, los alumnos del colegio El Fabraquer de El Campello aprenden las lecciones usando las nuevas tecnologías y buceando en internet para obtener resultados muy útiles que difícilmente se les olvida.

Este es uno de los frutos del proyecto de innovación educativa Conecta-t, en el que se ha implicado todo el colegio bajo la coordinación de los profesores Pilar Serna y Javier Caballero.

«Después de un rato bajo el agua los dedos se arrugan para mejorar el agarre y no resbalar. Los antepasados aprovechaban para coger alimentos...». Laura Ruano, en tercero de Primaria, lo explica con su propia voz en off. David Poveda hace lo propio con el intercambio de posiciones entre el aire caliente y el agua, que tarda más en calentarse y enfriarse que la tierra, lo que da lugar finalmente a la brisa en la playa.

Además de aprender los fenómenos de la naturaleza y del cuerpo humano muestran su capacidad de montar un vídeo y de hacer una exposición en público. El aprendizaje, traducido en apenas 30 segundos de duración, resulta de lo más completo.

«Usar las nuevas tecnologías despierta el interés inicial de los alumnos y lo organizamos todo en torno a la web con diversas secciones en las que también se implica a los padres», explica la profesora.

Creativos

El proyecto, dirigido a los alumnos con altas capacidades para aprovechar su potencial, finalmente se ha abierto a todo el colegio como una oportunidad para motivarles.

«Es una estrategia de aprender a aprender. Tienen que buscar la información, sintetizarla en un resumen de 30 segundos y concretarla en un vídeo», que después aprovechan a su vez todos lo demás compañeros porque se alojan en la web.

La respuesta «fisiológica e involuntaria» sobre la piel de gallina la cuenta Alejandra Tobarra, de tercer curso, que hasta cita en latín el músculo que genera adrenalina en la raíz de cada vello provocando que se erice. Y Luna Martínez se vale de una marioneta para explicar que los compuestos de azufre de las células de la cebolla se liberan al aire al cortarlos y, en contacto con los ojos, el ácido sulfúrico provoca la sensación de quemazón contra la que reaccionamos llorando tras emitir el cerebro la correspondiente señal. La imagen de la muñeca de trapo que nos lo dice desde el sofá consigue que lo aprendido se quede tan grabado como el propio vídeo.

Este proyecto educativo incluye acertijos para desarrollar en los niños el razonamiento lógico, y retos para trabajar la inteligencia múltiple, precisa Pilar Serna.

Los alumnos Jesús Mora, Carla Limiñana y Sergio Cayuelas han sido los primeros en resolver el acertijo de los vasos que también se les presenta en un vídeo. Hay seis en fila, seguidos, tres vacíos y tres llenos de agua, y hay que conseguir, moviendo uno solo, que ninguno vacío quede al lado de otro vacío ni ninguno lleno al lado de otro lleno. La explicación de los alumnos no deja lugar a dudas: Hay que verter el agua del que está en medio de los llenos, en el que está en medio de los vacíos.

Con las nuevas tecnologías como motor, resuelven problemas y probabilidades matemáticas mientras se divierten.