El portavoz de Medio Ambiente del PSPV-PSOE en las Cortes Valencianas, David Cerdán, ha acusado a los representantes de PP y Ciudadanos de “poner en peligro el trasvase de Júcar-Vinalopó si se acepta que los municipios de la comarca del Vinalopó beban del Azud de la Marquesa en Cullera. Aceptar esto significaría que otras alternativas de agua de calidad para beber serían rechazadas definitivamente”.

Según Cerdán, “queremos poner en marcha el trasvase Júcar-Vinalopó, y lograr que llegue toda el agua necesaria para regar. Para beber pongamos otras alternativas”. La reacción se produce tras su votación en contra ayer en las Cortes de una moción de Ciudadanos a favor de la puesta en marcha del trasvase, un proyecto fallido desde el cambio de toma de Cortes al Azud de la Marquesa, decida por el Gobierno de Zapatero y apoyada desde la Comunidad por el PSPV en 2005.

“El PP -con la ayuda de Ciudadanos en este caso- ha sido el artífice de poner fecha al trasvase Tajo-Segura con la aprobación de un memorándum que lo hacen imposible. Sus propios compañeros de Aragón eliminaron toda posibilidad del trasvase del Ebro -en este caso con acierto porque es inviable económicamente- y ahora quieren poner en peligro el Júcar-Vinalopó confundiendo a la gente”, comentó Cerdán. El diputado socialista señaló que es necesario disponer de caudal de regadío y de abastecimiento, porque el equilibrio financiero y económico sólo se logra con la combinación de ambas.

El diputado socialista explicó en su intervención en las Cortes, según una nota de Prensa hecha pública hoy, que “ningún vecino y vecina del Vinalopó va a querer agua que sí es buena para regar, no es la mejor para beber. Lo que los alicantinos queremos es agua de calidad agua de donde venga, y no una solución que nos deja en indefensión absoluta”.

Para Cerdán, “si asumimos que se pueda utilizar el agua de Cullera para beber estaremos enterrando la propuesta de ‘Solución Aspe’, que se expuso en un artículo de prensa y que seguimos defendiendo como la mejor opción”.

Cerdán comentó que era necesario destinar el grueso de las aguas del Júcar al sector agrícola, y dejar de extraer agua de los acuíferos para este destino excepto en algunas comunidades como en Villena. La agricultura es la que mayor cantidad de agua consume y por lo tanto, dejar de extraer agua permitiría a los acuíferos una recuperación, o al menos, una pérdida de los niveles como se está produciendo en los últimos años.

Al mismo tiempo, el agua de los acuíferos no podría destinar al abastecimiento del litoral, puesto que allí tienen otros recursos como las plantas desalinizadoras de Mutxamel, Alicante I y Alicante II, lo que supondría un ahorro importante de agua suibterránea. El agua de los acuíferos, hasta que no se logre otra alternativa, permitiría garantizar agua para los municipios del Vinalopó.