El escrito enviado desde el Ayuntamiento de Alicante a la Mancomunidad de l'Alacantí con el ultimátum sobre la reducción de gastos exigida para no abandonar la entidad comarcal no ha tardado en encontrar respuesta.

En una carta fechada ayer, el presidente de la Mancomunidad y alcalde de Sant Joan, el socialista Jaime Albero, critica con dureza a su homólogo en Alicante, el también socialista Gabriel Echávarri: «Te animo a que hagas uso de tu vocalía en el pleno de la Mancomunidad, derecho que no ejerces desde diciembre de 2015, motivo por el cual posiblemente no concedes la importancia que tiene a las labores que realiza esta entidad supracional». Así cierra su escrito el dirigente comarcal, quien antes reprocha al alcalde de Alicante, que anunció que el Ayuntamiento abandonaría la Mancomunidad durante el pleno extraordinario de marzo de aprobación de los presupuestos, la existencia de una «serie de asuntos que deben tomarse en consideración y analizarse con detalle, pues adolece de un profundo desconocimiento de cómo se regula, se financia, se organiza y funciona la mancomunidad». Albero se refiere al escrito enviado por el Ayuntamiento de Alicante hace apenas diez días, en el que se enumeraban las propuestas de reducción de gastos, en retribuciones a funcionarios, indemnizaciones a los cargos políticos y arrendamiento de la sede en la Casa Carbonell, entre otras, que en total podría suponer un ahorro para el Ayuntamiento de Alicante de unos 72.000 euros al año, de los 463.000 que destina anualmente.

En su respuesta, el presidente de la Mancomunidad, además recuerda que la decisión de abandonar el órgano comarcal debe aprobarse en el pleno municipal de Alicante, donde el tripartito está en minoría frente a la oposición. Y no sólo eso, sino que el también alcalde de Sant Joan recuerda en su texto que la ciudad de Alicante corre con el 53,83% de los gastos que generan los tratamientos vectoriales, como la lucha contra el mosquito tigre, cuando le correspondería un 70,85% por población. Sobre las aportaciones generales, Albero apunta que los alicantinos destinan 1,4 euros por cabeza, mientras que el resto de la comarca paga unos 3 euros por habitante.