El estreno de la apertura de los comercios en domingoapertura de los comercios en domingo en Alicante tuvo ayer una respuesta desigual, muy condicionada por la ubicación de los establecimientos y los hábitos habituales de la población, y con el calor y la resaca de las Hogueras como factores añadidos. El centro comercial Plaza Mar 2 fue, sin dudas, el que sacó un mayor rendimiento en el estreno del horario veraniego, al tener sus pasillos llenos de visitantes durante gran parte de la jornada. También la apertura de los negocios supuso un aliciente importante para la avenida Maisonnave y su entorno, en contraste con el centro comercial Gran Vía y, sobre todo, con el Puerta de Alicante, donde la afluencia de clientes fue mucho menos cuantiosa.

Desde ayer hasta el próximo 15 de septiembre tienen permiso para abrir en domingo tanto los establecimientos situados en la Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT) que comprende el entorno de la avenida Maisonnave y el centro tradicional como los citados centros comerciales. Lo que pueda ocurrir después, tal y como ha publicado este periódico en los últimos días, es un misterio, después de que terminara sin acuerdo la reunión del Observatorio autonómico de Comercio, celebrada en València el lunes pasado. Sigue totalmente enquistado el enfrentamiento por este asunto entre el Consell, partidario de no prorrogar la apertura más allá de la citada fecha, y el Ayuntamiento, que aboga por que los horarios comerciales se deciden de manera autónoma desde la ciudad. Colectivos como las grandes superficies han propuesto soluciones intermedias como abrir también en Semana Santa y Navidad.

Por el momento, la desigual acogida de la apertura fue ayer muy evidente. En el entorno de Maisonnave influyeron tanto el hecho de ser 25 de junio como el intenso calor. Hacia la una de la tarde, la presencia de transeúntes era notable, y más aún dentro de los negocios (sólo unos pocos en toda la avenida estaban cerrados), pero el ambiente sofocante hacía poco llevadero el paseo. Además, al ser justo tras la Cremà de Hogueras, la ciudad estaba bastante más tranquila que cualquier otro domingo a la misma hora.

Eso sí, en general se veía bien que los comercios abrieran. Dos mujeres que esperaban el autobús tras hacer algunas compras destacaban que «es una forma de evitar que el centro de la ciudad esté muerto los domingos», aunque apelaban a «la contratación de más personal, para dar más empleo». Por su parte, dos chicos y una chica que charlaban en mitad de la avenida señalaban también su satisfacción por tener los comercios abiertos, aunque ella apostillaba su deseo de que fuera «con trabajadores bien pagados».

Mientras, el centro comercial Plaza Mar 2 estaba prácticamente lleno. Si ya de por sí es un lugar muy frecuentado por su ubicación y popularidad, ayer el aire acondicionado lo hacía casi un lugar ideal para estar con niños. De hecho, se veían muchos grupos familiares, aunque la clientela era de lo más diversa. Casi todas las tiendas estaban abiertas y, además, todas con un trasiego importante. Algunos incluso aprovechaban para estar con parientes a los que les había tocado trabajar, como un grupo compuesto por una pareja de mediana edad y varios jóvenes: «Esperamos a que salga mi hija y así comemos con ella», señaló la mujer. Sobre la apertura en sí, uno de los jóvenes lo resumía con que «mal para quien tiene que trabajar en domingo, pero bien para quien quiere pasar un rato de ocio». Esta disyuntiva era compartida por otras dos parejas jóvenes que visitaban el centro comercial, aunque uno de los hombres dejaba clara su preferencia por el cierre dominical y que había acudido «para hacer una compra de urgencia», aunque ya que estaban aprovechaban para dar un paseo en grupo. Varios carteles en el recinto recordaban la apertura en domingo a partir de ayer.

En contraste con esto, la situación en el centro comercial Gran Vía era bastante más tranquila. La mayoría de las tiendas estaban abiertas, aunque con pocos clientes -pero sin llegar a estar vacías, cabe señalar-, salvo en un conocido establecimiento de ropa y, sobre todo, en la zona donde se encuentran los restaurantes. Allí la presencia de visitantes sí era destacable, sobre todo a medida que se iba acercando la hora de comer.

Gran Vía estaba tranquilo en relación a Plaza Mar 2 y con la avenida Maisonnave, pero animado si se comparaba con el centro comercial Puerta de Alicante. Aquí la situación era totalmente distinta, con la mayoría de los comercios cerrados y los pocos que estaban abiertos sin apenas clientes. No es que el recinto estuviera vacío, pero sí era evidente que los únicos lugares donde había una presencia importante de personas eran el hipermercado y el gimnasio que albergan las instalaciones. Tras las fiestas y tras el relajo que implican en diferentes aspectos, para muchos era día de hacer la compra o de recuperar la forma física. La ubicación de este centro comercial pudo jugar probablemente en contra en una jornada de resaca festera como la de ayer.