Parecía año electoral... pero no. Con la legislatura a medio camino, el despliegue de cargos políticos en la plaza de los Luceros fue ayer cuanto menos sorprendente. Hubo representantes de las principales fuerzas políticas de la Comunidad, con Ximo Puig a la cabeza, y todos ellos, sin excepción, demostraron una sintonía que rara vez se aprecia en su actividad diaria. Por partes.

Junto a Puig, ya recuperado de la «paliza» del viernes, estuvo de nuevo su consellera de Justicia, Gabriela Bravo, y el alcalde de la capital, Gabriel Echávarri. Y, cómo no, concejales de Alicante: Eva Montesinos, Fernando Marcos, Carlos Giménez... Sí, Carlos Giménez, que con la de ayer cumple ya dos años consecutivos en los que no se ha perdido una mascletà, como bromeó él mismo. Eso, por el PSOE.

El que sigue rivalizando con Giménez por el título de «festero» con más presencias en Luceros es su homólogo de Ciudadanos (Cs) Juan Francisco Escudero. Ayer tampoco faltó... y además estuvo muy bien acompañado. Junto a él estuvieron los diputados en el Congreso Marta Martín y Toni Cantó, la síndica de la formación en las Cortes, Mari Carmen Sánchez -vestida de alicantina y con una sintonía especial con Puig- y los ediles Vicente Buades (Alicante) y Francisco Sánchez (Elda). Por estar, estuvo hasta Fernando Llopis, todo un clásico de las mascletàs años atrás.

Compromís también tuvo peso específico en la capital. Contó con las presencias de las ediles ilicitanas Mireia Mollà y Esther Díez; de los concejales de Alicante Natxo Bellido y Sonia Tirado; del conseller Manuel Alcaraz; y del secretario comarcal de la formación en l'Alacantí, Robert Vilaplana, entre otros.

El PP, por su parte, estuvo ampliamente representado con el exministro José Manuel García-Margallo, la diputada provincial Mercedes Alonso, los concejales Luis Barcala, Carlos Castillo e Israel Cortés y el jefe de gabinete de César Sánchez en la Diputación y aspirante a presidir el partido en la ciudad, Antonio Peral.

Por el lado de la izquierda también acudieron a Luceros el vicealcalde Miguel Ángel Pavón con Daniel Simón y Víctor Domínguez (Guanyar), mientras que de Podemos estuvieron las parlamentarias Llum Quiñonero y Beatriz Gascó. La primera de ellas fue ayer protagonista. No por vestirse de «zaragüell», como sí hizo el año pasado para cabreo de Manuel Jiménez, sino porque estuvo a un paso de perder su teléfono móvil. Escasos minutos antes de que la Pirotecnia Ferrández iniciara la mascletà, el dispositivo de Quiñonero se fue al suelo. De no ser por Ximo Puig, que se dio cuenta, la diputada tendría que haber renovado ayer mismo su terminal.