A la espera de la «gran noche» que se prevé sobre todo hoy pero también mañana al coincidir la cremà en sábado con un millón de personas circulando por las calles de Alicante, racós y barracas ya estaban llenos la noche del miércoles. Eso sí, sin los agobios propios de las Hogueras.

Mayores que aprovechan su barraca para cenar, tomar una copa tranquila e incluso marcarse unos bailes con los amigos y familias con niños se distribuyeron por las barracas de toda la ciudad pero los jóvenes se concentraron en los diferentes racós por los que llegaron a pagar hasta 600 euros la mesa para estos cuatro días.

«Este de Hernán Cortés se ha puesto de moda este año y está lleno de gente de veintitantos pero nosotros llevamos varios años aquí y lo pasamos genial. Las mesas son de diez y todos traemos algo para cenar y las botellas para tomar copas.», explica Marina Martínez. Este año han tenido que pedir su sitio con tres meses de antelación y el precio, «aunque es caro», les compensa porque no se mueven hasta que cierran.

La media de edad sube un poco más en la barraca La Millor de Totes, que celebró su «noche temática ibicenca» con todos los socios vestidos de blanco. «Aquí vivimos las hogueras día y noche, somos una barraca tradicional con dos días de música en directo y el resto con dj en la que todo el mundo se divierte, somos como una familia», asegura su presidente, Quino García.

Jóvenes o mayores será difícil que escapen a algunas canciones que estas hogueras pegan con fuerza como «Me enamoré» de Shakira o «Despacito» de Luis Fonsi. Pero por regla general, los dj mezclan repertorio para todos los gustos, desde indie hasta pop, pasando por electrónica o los temas más recordados de los años 80 y 90.

Si va a salir alguna noche sepa que las bebidas de moda son el licor de hierbas Jägermeister, las ginebras rosas y la cerveza con limón. Aunque el rey es el gin tonic, seguido por la ginebra con limón y el vodka. «El whisky y el ron se han quedado obsoletos», dice un camarero consultado.

Muchas de estas bebidas son las que se llevaron al parque de Canalejas cientos de jóvenes para hacer botellón, aunque incluso los presentes estaban sorprendidos por la escasa participación comparada con años anteriores. Pasada la medianoche eran solo decenas aunque a medida que avanzaba el tiempo iban incorporándose grupos. Muchos de ellos celebraban el fin de los exámenes en la universidad y tenían previsto comenzar con unas copas «más baratas» para después irse a una discoteca en la zona del Puerto. «Nos han ofrecido una pulsera por 10 euros para poder estar en un racó porque este año no hemos cogido mesa, pero como tenemos la fiesta de fin de exámenes hemos venido aquí primero», cuentan Alberto García, Carlos Pérez y Robin Díez.

Pero no todo es beber y hay quien aprovecha que el sol se ha escondido para hacer su particular «tour» por los monumentos como Clemente Victorio y Adina Pop. «Marcha hay todos los fines de semana pero las hogueras sólo están ahora», comentan. Marcha hay...y la que queda.