La propuesta del número 2 de la Conselleria de Educación, el secretario autonómico Miguel Soler, de suprimir la repetición de curso salvo en casos muy excepcionales, obtuvo ayer una «buena acogida inicial» entre el resto de miembros de la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados, reunidos ayer en una nueva sesión con el objetivo de lograr un Pacto Social y Político por la Educación.

Soler admite que cuando este país lidera a nivel mundial las cifras de fracaso escolar, con hasta un 35% de alumnado que repite curso a lo largo de la enseñanza obligatoria, es porque «algo estamos haciendo mal». Una trayectoria de 35 años en el ámbito de la educación le ha llevado a proponer que se elimine de los programas de refuerzo escolar el requisito de que solo puedan participar los alumnos repetidores, por entender que eso les condiciona y condena.

Ante la comisión afirmó que los repetidores en Finlandia, 2'2%, Islandia, 0'9% y Reino Unido 2%, se limitan a alumnos hospitalizados o que han perdido clase por causas extraordinarias, y que es el espejo en el que debiéramos mirarnos. También señala que la repetición de curso «ha demostrado que el alumno no sabe más que el año anterior, sólo es más viejo».

La medida obligaría a prestar atención a los alumnos desde que empiezan con la lecto-escritura para que ninguno se quede atrás, desdoblando grupos. Calcula que el gasto que implica la repetición de curso se puede invertir en el refuerzo de docentes para una atención más individua.

Plurilingüismo

La comisión preguntó además a Soler sobre la respuesta a una segunda carta del Ministerio de Educación a Marzà, para saber si ha puesto en marcha cambios para evitar la discriminación de alumnos con el plurilingüismo. Soler recordó el currículo de Primaria con dos horas y media libres por centro que se pueden dedicar al inglés, así como la posible acreditación de lenguas si el centro lo propone.