Aguas de Alicante confía en que los vecinos del barrio del Pla que están sin agua desde el sábado recuperen el suministro en un plazo aproximado de dos días, aunque sea a través de conducciones provisionales en algún caso. La compañía, según señalaron fuentes de la empresa ayer, se ha ofrecido a efectuar de inmediato la reparación de la acometida rota aunque sea un problema interno de la toma de los inmuebles afectados, cuyos inquilinos deberán hacer frente después al coste por esta misma razón. No obstante, dada la importancia de la incidencia y su alcance se ha optado por repararlo con la mayor inmediatez y que, aunque luego se pase el importe a los vecinos, el servicio de agua se recupere cuanto antes.

Desde la empresa indicaron que ya se dispone de los pertinentes permisos de Urbanismo y Tráfico para poder actuar. En ocho de los doce edificios afectados se podrán hacer las obras desde el exterior, pero en los otros cuatro requerirán obras de mayor envergadura. Con todo, se dotará de agua a través de una conducción provisional. Desde el sábado están sin suministro 96 viviendas más sus bajos comerciales del barrio del Pla, después de que se produjera una rotura en la acometida que da suministro a todos los bloques. La fuga de agua, de haber continuad, podría haber acabado acarreando problemas para los edificios, según estas fuentes.

Mientras tanto, los vecinos de tres de los doce inmuebles afectados (los números 7 y 9 de la calle Pintor Zuloaga y el 24 de Miguel Jiménez Reyes) han solicitado a Aguas de Alicante disponer de acometidas propias para conectarse a la red pública, que evite en lo sucesivo nuevos problemas como el que se ha producido ahora. Desde estas comunidades de propietarios se asegura que esta petición se realizó a principios de mayo, sin que hasta ahora se hubiera producido una respuesta. Poco antes, en abril, ya se había producido otra fuga por el mal estado de la conducción interna -los bloques tienen en torno a 60 años de antigüedad-, pero no se llegó a cortar el suministro.

Estos vecinos se dirigieron entonces a Aguas de Alicante pidiendo conocer el punto exacto en el que se había producido la fuga para proceder a su reparación. En esos escritos, entre otros aspectos, aludían también a la conducción, nunca puesta en servicio, que se hizo cuando se construyó un pabellón en el patio interior de la manzana -de titularidad municipal y donde antaño hubo un colegio- y pedían que se determinara si el escape podía ser consecuencia de esa otra obra.