Los pozos de sequía del Sinclinal de Calasparra ya están en marcha. El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha declarado de emergencia los trabajos para la extracción de los recursos de los nueve sondeos de aguas subterráneas del acuífero. La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ya ha iniciado el bombeo de agua destinada a los regantes del trasvase Tajo-Segura, afectados por la sequía que sufren los pantanos de cabecera del acueducto. La CHS extraerá 30,9 hectómetros para aliviar los efectos de la sequía. Esta actuación se hace al amparo del decreto de sequía aprobado por el Consejo de Ministros y debido al cierre del Tajo-Segura.

Esta nueva actuación se suma a las medidas que el Gobierno ha venido adoptando desde el inicio de la sequía con objeto de incrementar la disponibilidad de agua para abastecimiento y riego. Entre otras, la producción de agua desalada, las ayudas para rebajar su precio y las obras de emergencia para mejorar el suministro.

La sequía que azota desde el otoño la cabecera del río Tajo, desde donde parte el trasvase de agua a la provincia de Alicante, tiene la infraestructura cerrada debido a que en estos momentos no existe reserva de agua para enviar caudales a l´Alacantí, Vega Baja y Baix Vinalopó (54 municipios). El suministro urbano está asegurado por ley y gracias a las desaladoras pero está en juego el abastecimiento agrícola del que dependen miles de empleos y una facturación de mil millones de euros al año.