Paco March y sus amigos no necesitan racó ni barraca, al menos para comer. Ellos montan desde hace años en Luceros, junto a la valla de protección de las mascletàs, su particular «rincón» con una mesa bajo una sombrilla y varias sillas donde beber y comer, y hasta tienen sus propias camisetas alusivas al «rincón de Paco» como han bautizado este espacio que ya se ha hecho habitual en las fiestas de Hogueras.

¿Qué es esto de «El rincón de Paco»?

Desde hace unos diez años nos juntamos un grupo de amigos y amigas en esta zona de la plaza de Luceros para ver las mascletàs y nos traíamos bebida y bocadillos, pero hace cinco años decidimos hacerlo más en serio y ponemos una mesa y alguna silla para las mujeres. Yo vengo sobre las 9 de la mañana para coger el sitio y prepararlo todo. No hace falta tener un racó para comer. En las mascletàs lo mejor es la calle.

¿Qué ponen para comer?

Hoy tenemos conejo con tomate y patatas con ajo. El sábado tuvimos paella, habas, caracoles... lo que cada uno va trayendo. Además, ponemos patatas, saladitos, frutos secos...

¿Son muchos los miembros de «El rincón de Paco»?

Somos unos treinta más o menos.

¿La Policía no les ha puesto nunca problemas?

Nunca. Siempre preguntamos a los policías y nunca nos han puesto problemas aunque el primer día que estuvimos aquí este año sí que pasaron con perros para comprobar que no llevábamos nada raro en las bolsas. Nosotros avisamos. Les hemos dicho que mañana o pasado traeremos un par de jamones y un cuchillo jamonero, para que lo sepan, y nos han dicho que no hay problema siempre que les demos a probar (ríe).

¿Y la gente que pasa por aquí para ver la mascletà no se apunta a la cervecita o a la paella?

Hay quien sí que pide algo, pero no pasa nada. La gente ya va sabiendo que estamos aquí y que simplemente somos un grupo de amigos que nos reunimos para ver la mascletà y comer algo.

Usted es festero en San Vicente del Raspeig; sin embargo, no se pierde una mascletà.

Es verdad. Yo participo en las fiestas de San Vicente, pero las mascletàs son algo especial. Es una oportunidad de reunirnos.