«Muixerangues» de toda la Comunidad Valenciana se dieron cita ayer en Alfonso El Sabio, junto a Luceros, para llegar hasta lo más alto dentro del programa Fogueres Culturals 2017, una iniciativa promovida por el Ayuntamiento de Alicante y la Federación de Hogueras que está enfocada a la fiesta alicantina y su tradición.

A las 12:00 horas comenzó el encuentro con la música de «dolçaina i tabalet» como banda sonora continua. «Les muixerangues» formaban círculos que pronto se empezaron a convertir en inmensas torres. Las aceras cercanas y el entorno más próximo estuvieron abarrotados en todo momento de un público que aplaudía cuando los participantes ascendían, con una gran habilidad para construir pisos, y suspiraba cuando el equilibro parecía perderse.

En rondas y guiados por una presentadora notablemente eufórica por la reunión, las distintas agrupaciones iban realizando figuras sostenidas por una gran base humana. Cuando el «tabalet» arrancaba, lo hacían con él las primeras manos, que se levantaban a modo de andamio para dar fuerza a la construcción de las «prámides». Luego, los más pequeños de la agrupación trepaban hasta la cima con la ayuda de sus compañeros y entre el aplauso de un público que contemplaba expectante la escena.

«Queremos que este acto se convierta en fijo en nuestra agenda. Nos parece que es una forma perfecta de unir al público 'muixerenguer' y al 'foguerer' », afirmó David Belda, responsable de comunicación de la Muixeranga d'Alacant. «Este año la calidad técnica ha estado muy pulida, ha habido algún incidente pero no ha pasado nada grave», añadió Belda.

Uno de esos incidentes se dio en la tercera ronda de la exhibición, cuando la Muixeranga de la Safor, vestidos de morado, sufrió un pequeño traspié que logró estabilizar en menos de un segundo y sin causar más que un coreado «uuuh» procedente del público.

Mario Boix, maestro de la joven Muxeranga El Campello, también se mostró satisfecho con la organización de esta jornada. «Reuniéndonos de esta forma logramos mantener nuestras tradiciones», explicó Boix contento por haber conseguido una torre de cuatro pisos con tan solo once meses de existencia.

«Esto está saliendo fenomenal, se nota que hay más gente que otros años y eso es muy buena señal», afirmó Daniel Simón, concejal de Cultura.