El Consell volvió a aconsejar ayer «extrema precaución en el monte» ante la ola de calor que asola la Comunidad Valenciana. La masa de aire cálido combinada con bajas humedades relativas, viento del este y posibilidad con aparato eléctrico constituye toda una inquietante combinación para que se produzcan incendios en las zonas forestales del territorio autonómico.

En el día de ayer, la canícula siguió apretando en la provincia. Pego fue el municipio que registró según los datos de Aemet, la temperatura máxima, con 37,1 grados. Por su parte, en la capital alicantina, el termómetro alcanzó los 32,5 grados.

La Generalitat aseguró que los agentes medioambientales, observatorios forestales y unidades de prevención están «atentos para extremar la vigilancia ente posibles igniciones por rayos u otras causas». A lo largo de esta semana ya ha habido conatos de fuego en la provincia de València.