La pobreza en la provincia de Alicante tiene perfiles muy concretos, que además coinciden con los detectados por Cáritas en el resto de la Comunidad. «Se trata sobre todo de familias monoparentales, especialmente las formadas por mujeres con sus hijos. También los jóvenes y los menores sufren en mayor medida esta situación», explica Francisco Javier Rovira, secretario general de Cáritas. Además están aumentando los extranjeros no comunitarios que recurren a la ayuda de Cáritas y otras entidades para poder salir adelante.

Rovira también alerta del aumento que están detectando de los casos de violencia machista entre la población pobre de la provincia.

Por último, preocupa el creciente número de personas que aun teniendo trabajo son incapaces de poder mantener a sus familias. Los llamados trabajadores pobres, la nueva clase social surgida de esta crisis. «La precariedad de los trabajos genera una enorme desigualdad debido sobre todo a los bajos salarios que se pagan y a la elevada temporalidad de los empleos», denuncia el presidente de Cáritas en la provincia, Jaime Pérez.