El alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, anunció ayer que el Ayuntamiento presentará alegaciones al decreto de la Conselleria de Economía, dirigida por Compromís, para establecer una nueva Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT) en la ciudad. Así, el tripartito reclamará cambios al documento que hoy se publicará en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGV) y que sólo permitirá la libertad horaria entre el 15 de junio y el 15 de septiembre en toda la ciudad (salvo la zona de playas) si no se produce un pacto a nivel autonómico o un acuerdo de carácter local que roce la unanimidad. «Alegaremos para modificar esos mínimos de la conselleria. Espero alcanzar un acuerdo con todos, grandes y pequeños. El consenso que salga del Consejo Local será el que llevaremos como alegación», señaló ayer Echávarri poco después de reunirse en Alcaldía con el director general de Comercio, Natxo Costa (Compromís), en presencia del portavoz del tripartito, Natxo Bellido (Compromís), de la edil de Comercio, Gloria Vara (PSOE) y del asesor del área, Pedro de Gea.

La reunión, en la que no se avanzó respecto a la libertad comercial, sirvió para que el director general de Comercio aceptara ampliar el periodo para presentar alegaciones al decreto que limita sólo al verano la apertura comercial en festivos y domingos. «Entiendo que el plazo de alegaciones coincide en parte con las Hogueras, así que no tendré problemas en que Alicante las traslade más tarde, siempre que avise antes que va a presentarlas», señaló ayer Costa, quien se mostró abierto a negociar cuestiones como la duración del verano en Alicante o ampliar la libertad de la que gozarán la zona de playas [verano y Semana Santa] al resto de la ciudad. Eso sí, el director general de Comercio volvió a insistir en que sólo respetará un acuerdo local si no cuenta con el rechazo de los principales sectores implicados, en alusión a los pequeños comerciantes, los centros comerciales, El Corte Inglés y los sindicatos.

El próximo lunes se reunirá el Observatorio del Comercio para buscar un pacto autonómico, con la apertura en Semana Santa, Navidad y verano como punto de partida. Si no hay acuerdo, la Generalitat impondrá su modelo.