La reunión de trabajo que se celebró ayer en València sirvió para que la Conselleria de Economía, dirigida por Rafael Climent (Compromís), recordara al sector que dispone de las competencias para imponer las aperturas comerciales en festivos a nivel autonómico y, por otro lado, para que los dos principales ayuntamientos de la Comunidad -Alicante y València- exigieran disponer de autonomía a la hora de decidir el modelo comercial para sus respectivas ciudades. Y es que en el asunto de la libertad horaria las posiciones políticas siguen enfrentadas, sobre todo entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Alicante, que se niega a aceptar imposiciones desde la conselleria.
En el encuentro de ayer, previo al Observatorio del Comercio que se celebrará el próximo lunes y en el que se negociará un pacto a nivel autonómico, el Ayuntamiento de Alicante, representado a través del asesor Pedro de Gea, defendió que la ciudad pueda decretar qué zonas abren en los días festivos y en qué periodos del año, es decir, Alicante pide que se respeten las decisiones que puedan adoptarse en el Consejo Local de Comercio, un órgano que la conselleria considera sólo a título «consultivo».
En esa línea, el director general de Comercio, Natxo Costa (Compromís), mantiene el rumbo que se ha trazado para poner una solución definitiva a un problema que lleva enquistado desde el inicio de la legislatura. Costa, que esta mañana visita Alicante para reunirse con Echávarri, apuesta por que el sector alcance un acuerdo a nivel autonómico, que partiría de la base de abrir los festivos en toda la ciudad durante tres meses de verano, la Navidad y Semana Santa. Por si no se llegara a ningún pacto en toda la Comunidad, el director general de Comercio ya ha elaborado la propuesta de resolución por la que se establecen las Zonas de Gran Afluencia Turística de la ciudad de Alicante. En ese documento, que ayer llegó de manera oficial al Ayuntamiento y que provocó la «máxima indignación» en el tripartito, se fija la apertura comercial en festivos únicamente del 15 de junio al 15 de septiembre. De esta forma, la conselleria establece las bases de la negociación: si no hay acuerdo de sector en la Comunidad, la apertura comercial sólo se permitirá en el periodo estival. Esta situación choca con el modelo actual en la ciudad de Alicante, donde se puede abrir todo el año en el entorno de la avenida de Maisonnave y, tras la sentencia judicial, también los tres centros comerciales que pleitearon con el Ayuntamiento (Gran Via, Plaza Mar 2 y Puerta de Alicante).
El director general de Comercio, contrario a que los ayuntamientos fijen modelos comerciales propios, insistió ayer que sólo valoraría aceptar un pacto del comercio en Alicante si se produjera por unanimidad real. «Lo que vote el Puerto me da igual, pero no vamos a aceptar un acuerdo que no apoyen los sindicatos o el comercio tradicional», añadió ayer Costa, quien admitió que Alicante y València reclaman autonomía municipal, aunque la capital del Turia, en concreto, persigue limitar aún más la apertura en festivos.
