El verano se ha instalado para quedarse en la provincia aunque oficialmente no llegará hasta dentro de una semana. El termómetro alcanzó ayer los 33,1 grados en Teulada, el municipio que registró la temperatura más alta con una humedad del 79%. Durante buena parte del día fue Villena la población más castigada por el intenso calor que azota la provincia desde el fin de semana, con más de 32 grados y una humedad del 82%. Y varios municipios alcanzaron unas temperaturas tropicales debido a la elevada humeda relativa: en Dènia y Jávea era del 94% y Torrevieja superó el 93% de humedad en el ambiente. Unos porcentajes que ayudan a elevar la sensación de calor al menos cuatro grados por encima de la que marca el termómetro.

En Elche y Benidorm se alcanzaron temperaturas máximas de 30,5 y 31,1 grados, aunque las mínima no bajaron más de 10 grados como en Villena (11,7) y rozaron los 23 grados con una humedad del 57 y 61% respectivamente. En Alicante el termómetro marcó un máximo de 27,7 grados, pero no bajó de los 22 grados ni por la noche, alcanzando una humedad del 73% a mediodía de ayer.

El calor se va a prolongar durante toda la semana ya que la provincia se encuentra bajo la influencia de una masa de aire muy cálido procedente del norte de África.

El responsable del Instituto de Climatología de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, advierte de que las máximas van a superar los 30 grados en los municipios costeros y llegarán hasta los 35 grados en el interior. Por contra, las temperaturas mínimas no bajarán de los 20 grados en la costa, lo que se traduce en «noches tropicales. Y unido a la humedad relativa va a generar una sensación de bochorno muy elevada», advierte el experto. Al calor y al bochorno reinantes hay que sumarles un índice de radiación ultravioleta muy alto, por lo que la exposición directa al sol estos días sin llevar protección puede ser peligrosa.

El intenso calor le jugó ayer una mala pasada a una pareja de turistas rumanos de 44 y 40 años que fueron rescatados por Bomberos del Consorcio Provincial casi deshidratados tras ascender durante más de seis horas a la cumbre del Puig Campana. Subían por la vertiente más pedregosa, sin agua y a la hora de más sol. A las cinco de la tarde avisaron con su teléfono móvil de su situación. Fueron rescatados en el paraje de la Coll del Pouet, en el término de Finestrat.