Pirotecnia del Mediterráneo fue ayer la encargada de «pulsar el botón» de la cuarta mascletà que recoge este año Luceros, ofreciendo poco más de cinco minutos de disfrute a los que junto a las vallas, y bajo un sol de alrededor de treinta grados, se dieron cita para ver el espectáculo. Noventa fueron los kilos de pólvora que hicieron estallar los pirotécnicos, quienes desde Valencia aseguraban venir con «ganas máximas» a Alicante después de quedarse «con un gran sabor de boca» tras su participación en el concurso del pasado año.

El disparo de ayer se ejecutó de forma mixta, con un transcurso automático pero con un final detonado de forma manual: «Así es más pirotécnico», bromeó tras el último petardo Antonio García, gerente de la pirotecnia. «La mascletà ha llevado cinco partes aéreas y un golpe que combinaba el inicio junto a cinco partes terrestres, desde donde hemos pasado a un terremoto en cuatro fases a dos alturas», explicó García, quien añadió que para terminar el espectáculo había optado por «un bombardeo combinando varios efectos».

Las Belleas del Foc, entre fotografía y fotografía con miembros del mundo de las Hogueras, representantes políticos y pirotécnicos, reafirmaron la opinión que ya tenían formada sobre estas mascletàs fuera de concurso. «Nos parecen muy bien», comentaron al unísono mientras esperan con una doble dirección la llegada de la noche de San Juan: «Tenemos muchas ganas de que llegue la parte fuerte de las Hogueras pero al mismo tiempo no queremos que acaben».

El Ayuntamiento, como novedad de este año, invitó a miembros de las asociaciones de vecinos al recinto reservado para la ocasión. En este caso, fueron las de El Moralet Alto, Angeles-Altozano, Playa Blanca, Tómbola-El Progreso, La Goteta, La Vía y la de la pedanía de Tángel, quienes tuvieron un hueco en primera fila.