«Sabido es que Donald Trump (el presidente de los Estados Unidos) no es amigo de las libertades», afirma el artista Pere Baenas a la hora de argumentar el por qué de la inclusión de su polémica figura en un monumento que lleva por lema «Llibertat». Formará parte de su obra por lo contrario, porque la foguera, la decimosexta que plantará en el distrito, hablará de polos opuestos, y por tanto, de esclavitud, al igual que de pobreza y opulencia. En la plantà de Carolinas Altas se podrá ver a un Trump navegando en su yate frente a una patera llena de refugiados, que es como Baenas lo ve en su cabeza, idea esbozada después en el boceto y que plasmará en madera, corcho y cartón.

Y como será una hoguera de contrapuestos, la temática no podía ser más variada. En la crítica política se aleja de la puramente local para enfocar no sólo a la internacional, también a la nacional, con una escena sobre la corrupción que salpica a los partidos políticos, y en la que aparecerá el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en relación con su próxima declaración como testigo en uno de esos casos.

«La libertad es el valor que quiere reivindicar la hoguera, y más en estos tiempos que corren, donde está en entredicho con lo que está ocurriendo». Y aunque no hace ninots ni escenas sobre los ataques terroristas, el monumento es una oda a la libertad religiosa, política y sexual.

De hecho, las dos figuras principales serán dos bustos, uno de 12 metros de altura, alusivo a la raza negra, y otro de 15 metros, más elevado representando la raza blanca, «una crítica a la supremacía de ésta última que sometió a los negros como esclavos». La figura negra llevará unas alas simbolizando la libertad. Una figura de flores que abren en lo más alto como homenaje a la vida y a la libertad se convertirá en el remate. Otra de las escenas principales (la hoguera tendrá ocho) será una gran ola de mar como puente hacia la libertad, alusiva también a los refugiados que tienen que cruzar las aguas en busca de un futuro lejos de su tierra.

Así será la composición principal de un monumento que rozará los 20 metros de altura, con una base de más de veinte metros, lo que significa «una hoguera de gran envergadura». Baenas ha querido imprimir un giro al cromatismo de sus obras, para conseguir una foguera «con un colorido muy atractivo y muy decorativa». De hecho, afirma que los dos bustos principales están tratados de una manera muy realista y fogueril en cuanto a pintura y acabado, para conseguir una línea muy alicantina y modernista, afirma. Detalles que explicó a la comisión en una reciente visita al taller del maestro fallero con raíces alicantinas.

Con todo ello busca sorprender ya que la de este año será su decimosexta plantà para la comisión de Carolinas Altas, a la que ha dado siete primeros premios, varios segundos y terceros, y un cuarto, el de las Hogueras 2016, «algo que me extrañó pero hay que asumir el veredicto del jurado». La intención de Baenas es iniciar el traslado y acopio de materiales nada más iniciarse el permiso del Ayuntamiento y empezar a plantar en una plaza, como es la calle Pinoso, donde el público es exigente pero agradecido.

Junto a la Hoguera Especial de Florida Portazgo, la de Carolinas Altas será la más cara de todas las que concursen este año, con un presupuesto para el monumento de 70.000 euros.