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Echávarri: «El día que vea que somos un obstáculo, me iré a mi despacho de abogados»

Sobre el presunto fraccionamiento de contratos en Comercio, sigue firme: «No hay delito, es una denuncia política de la derecha»

Echávarri: «El día que vea que somos un obstáculo, me iré a mi despacho de abogados»

Se cumplen ahora dos años del tripartito. ¿Cree que llegará a mayo de 2019 como alcalde?

Sí, claro, estoy convencido.

Su socio Natxo Bellido ha asegurado que su intención es reeditar el pacto de gobierno para llegar juntos hasta el año 2023. Después de tantas broncas públicas y privadas, ¿lo ve viable?

Lo que me gustaría es que siguiera gobernando la izquierda, la gente decente. El PSOE tuvo, tiene y tendrá un papel protagonista si hay un gobierno de izquierdas.

Su otro socio, Miguel Ángel Pavón, ha afirmado que mayo del 2019 está muy lejos y que dos años en política son una «inmensidad». ¿Usted, como sí ha hecho él, se ha planteado en algún momento romper el pacto?

No. Dentro del PSOE, el president Puig y yo somos los más conscientes de la realidad. Sabemos que la gente quiere que nos entendamos, sin mayorías absolutas.

Si echa la mirada atrás, ¿está satisfecho con su gobierno?

Estamos moderadamente satisfechos. El día que vea que somos irrelevantes o un obstáculo, me iré a mi despacho de abogados.

Sus socios han reconocido que muchos puntos del pacto de gobierno aún no se han cumplido. ¿Para qué lo firmaron?

El balance hay que verlo a final del mandato. Todos cedimos parte de nuestro programa electoral para llegar a un acuerdo de mínimos, donde pusimos el acento en lo que nos une y no en lo que nos desune. Para estar a mitad de mandato, no creo que haya incumplimientos flagrantes.

¿Cree que el programa electoral del PSOE superaría a día de hoy una auditoría externa?

Dentro de las áreas que lleva el PSOE, tenemos un gran cumplimiento. En nuestro programa llevábamos la línea circular, la tarifa plana para jóvenes, la reordenación de la Policía Local, a pesar de que al principio hubo turbulencias... Con los funcionarios estamos haciendo grandes pactos, hemos recuperado el cobro de tributos, hemos apostado decididamente por el turismo... Estoy muy satisfecho del grado de cumplimiento de nuestro programa en las áreas que gestionamos.

¿Y qué cree que piensan los vecinos sobre el tripartito?

Hay de todo. Hay gente que está muy contenta y otra que no. La gente que se me acerca, creo que tienen un nivel de aceptación bueno. No noto en la calle una crispación contra el gobierno como sí hemos vivido en otras épocas.

¿No cree que pueda existir desilusión, al menos por las formas que ustedes han exhibido?

Había ilusión y nos pusimos unas metas. Esa ilusión se convirtió en nerviosismo y en algunos sectores se está convirtiendo en ansiedad y la ansiedad se convierte en decepción. Espero que se nos evalúe al acabar para ver si realmente la ciudad está satisfecha.

¿Se arrepiente de las formas, de tantas y tantas crisis públicas?

Ha habido desavenencias, distintos puntos de vista sobre cuestiones. Esto existe en los partidos políticos, en los grupos de amigos, en las familias, en las hogueras... Lo que ocurre es que el gobierno local de Alicante tiene un altavoz gigante. Pero hay, y lo digo de verdad, más ruido que desunión.

¿Las broncas, sobre todo con Pavón, se deben a formas distintas de ver la ciudad (es decir, a cuestiones políticas) o a que no se soportan a título personal?

No, no, no es nada personal. Es estrictamente política. Él defiende una postura hasta el final y nosotros también, y luego intentamos llegar a puntos de encuentro. Además, ha habido detalles de cariño personal, que él no se esperaba por mi parte y que yo no me esperaba por la suya, y que se han producido de forma espontánea.

Bellido, que ha ejercido el papel de mediador en el equipo de gobierno, últimamente también ha elevado el tono, acusándoles de tirar la toalla, de no querer o no poder llevar a cabo el cambio.

Esas palabras fueron en un mitin de Compromís y puedo entender que se digan esas cosas en ese escenario. Yo no creo que Natxo piense que alguien ha tirado la toalla, pero él no ha ejercido de mediador de nadie, él se ha limitado a defender una postura que es la de Compromís, que muchas veces es intermedia, ecléctica.

Respecto a las discutidas formas, usted ha pasado de llamar «garrapata» a la tránsfuga Nerea Belmonte

Nosotros fuimos duros con Nerea porque nos acabábamos de quedar en minoría después de veinte años. Fue complicado. No me arrepiento, porque creo que había que ser duros y contundentes. Ahora, visto que Nerea no se va, hay que asumir la realidad.

¿Se arrepiente de alguna de las personas de las que se ha rodeado durante este mandato?

No, tomé decisiones, confié en la gente... No soy una persona rencorosa, creo que todo el mundo sigue aportando al proyecto.

Por uno de esos enfados en el tripartito, usted se quedó sin sus socios en la presentación en sociedad del plan para ampliar la Explanada. ¿Le dolió o le dio igual que sus socios no fueran?

El objetivo no es que estuvieran mis socios en esa presentación...

Pero les llamó personalmente para que le acompañaran...

Sí, yo les llamé, pero el objetivo era que el proyecto lo conociera la sociedad, que fue el compromiso que yo adquirí con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para obtener el apoyo. Gracias a ese potente acto, a la gente que hubo, logramos el apoyo del Consell.

Usted y su grupo, días antes de la presentación del plan de la Explanada, dejaron solo a Bellido en un acto del Plan Ciudad. ¿Esas actitudes son admisibles en una ciudad como Alicante?

No creo que haya una relación causa-efecto entre ambos hechos.

Será el único que no lo cree.

No voy a ser yo el abogado de Miguel Ángel [Pavón], pero él estaba presentando un libro... Bueno, a la pregunta, yo no tenía previsto ir nunca a la rueda de prensa de Natxo Bellido del Plan Ciudad.

¿Y piensa ahora apoyarlo?

Sí, el día 12 de junio estaré en el ADDA en la presentación del Plan Ciudad. Y sí, lo voy a apoyar porque es el trabajo de un compañero.

¿El trabajo de un compañero o un plan para la ciudad?

Es un plan para saber dónde estamos y a dónde queremos ir.

Ya ha habido otros planes...

Sí, hubo uno de Carlos Castillo [PP], que lo encargó a una conocida consultora, que cogió el plan estratégico de Ávila y cortó y pegó el documento como si fuera nuevo. En Alicante, no se había hecho nunca un plan de la intensidad del que está haciendo ahora Natxo.

Mirando de nuevo a mayo de 2019, el PP está convencido de que el juez le imputará antes de las elecciones por el presunto fraccionamiento de contratos en la Concejalía de Comercio. ¿Dimitiría llegado el caso?

No hay delito, dicho por los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Alicante. Y si hubiera algún tipo de delito, el alcalde no tiene ningún tipo de responsabilidad penal. Y, por tanto, me tendré que defender. Es una denuncia política, persigue menoscabar mi imagen, mi honor y hacerme el mayor daño personal que pueda. Ya lo sufrió Ángel Luna. El PP funciona así. Bueno, no, la parte más reaccionaria, más de derechas y más rancia del PP, que es la que encarnan Luis Barcala y Mari Carmen de España.

Entonces no dimitiría...

No hablo de futuribles, es una denuncia de persecución política.

¿Admite que, cuanto menos, hubo falta de control sobre una concejalía que dirigía usted?

Falta de control, no. Yo confiaba y confío plenamente en una persona [Pedro de Gea], a la que quieren los comerciantes y que ha conseguido que el comercio vaya como nunca. Yo confié en él para que llevara el día a día. Él mismo dijo en una entrevista en INFORMACIÓN que hacía falta un concejal y ya lo tiene [Gloria Vara].

¿Se arrepiente de dar tanta libertad a De Gea? Ejercía casi como si fuera un concejal...

Me tendría que arrepentir si se hubiera cometido un delito.

¿Se puede comprometer a que Pedro de Gea terminará el mandato como asesor municipal?

Sigue teniendo mi confianza.

La primera decisión oficial de Gloria Vara fue prescindir de Diego Agulló, el jefe de Comercio que alertó al interventor sobre el posible fraccionamiento.

Si no hubiera habido un nuevo concejal, Diego Agulló seguiría hoy siendo el jefe de servicio, yo no lo hubiera cambiado de puesto.

¿Se equivocó al despedir en caliente a la cuñada de Barcala?

Sí, me arrepiento de las formas, aunque lo que hice era algo absolutamente legal. Las formas nos hicieron perder la razón sobre el fondo, que era empezar a acabar con los privilegios en esta ciudad.

Siguiendo con el comercio. ¿Cómo le gustaría que quedara definida la libertad horaria comercial tras tantos cambios?

La que sea, pero que se decida en la ciudad de Alicante.

¿Y qué postura defenderá usted como alcalde en ese debate?

Defenderé a los que concilien y generen empleo para la ciudad.

¿Vendrá Ikea a Alicante? ¿Conseguirán sentarse de nuevo a negociar con sus directivos?

Ikea tendría que estar abierto desde el año 2009, pero el PP les engañó. Cuando nos reunimos con ellos, nos dijeron que estaban muy hartos y que cualquier gota desbordaría el vaso. Llevamos tiempo intentando reconducir las relaciones e intentando que no se escape la inversión para la ciudad.

La gota pudo ser que usted no fuera a la reunión en Madrid...

No, en absoluto. Pero del futuro de Ikea, no hablo. Prefiero ser prudente, es la mejor hoja de ruta.

Respecto a la limpieza, sigue insistiendo en contratar más personal. ¿Aceptará Guanyar?

Mi empeño es que Alicante esté limpia. Llevamos dos años ajustando un contrato que acabará en 2021. Espero que con las nuevas medidas, como contratar a 39 personas, suframos menos este verano y confío plenamente en la capacidad de Víctor Domínguez [Guanyar] de gestionar el contrato. Si después de verano, la percepción es que la ciudad sigue sucia, no nos podemos permitir que los alicantinos piensen que su ciudad está sucia. Lo mismo que propongo se lo ha planteado Manuela Carmena en Madrid. Ella ha contratado a 800 barrenderos y ha gastado 18 millones de euros más. Y no es una persona sospechosa.

Su propuesta sería una forma de pagarle más dinero a Ortiz, uno de los socios de la UTE concesionaria. ¿Cómo puede justificar que el empresario haya percibido unos 18 millones de euros fuera de contrato estos dos años?

Son los contratos que firmó el PP. Nos encontramos el contrato de limpieza de colegios vencido...

Ya, pero han tardado dos años en sacarlo a concurso público...

Sí, sí. Al llegar al gobierno, nosotros estudiamos las posibilidades de remunicipalización. Si me pones en una balanza pagar fuera de contrato, a quien sea, frente a que no se pierda ni un solo puesto de trabajo, yo me quedo con la segunda opción, con la que hicimos.

¿Y el Hércules desaparecerá?

Me preocupa, y mucho. Dejando de lado el sentimiento, para una ciudad como Alicante tener un equipo en Primera División es un escaparate fantástico.

En campaña, usted decía que si fuera alcalde sus zapatos sustituirían al coche oficial, que se seguiría sentando en su butaca de abonado del Rico Pérez, que no habría zona VIP en las mascletàs? Una vez alcalde, ¿se arrepiente uno al escucharse?

No, en las mascletàs he limitado mucho el acceso, ya no es la despedida de soltero de antes, tiene que haber más mantillas y menos corbatas, aunque el año pasado se nos desmadró al coincidir con la campaña electoral. El palco no lo pisé el primer año, pero me llamó Juan Carlos Ramírez [entonces, apoderado del Hércules], después de decirnos cosas muy duras, y me pidió que fuera para el «play off» de ascenso. Yo sigo siendo abonado. Y sobre los coches oficiales: la propuesta que llevó Ciudadanos al pleno hace que el interventor o el jefe de los servicios jurídicos tengan que ir en taxi. Vamos a tener un gasto brutal y a cuatro funcionarios parados. Cs, ¿qué quiere: que gastemos más o que usemos eficientemente los recursos?

Tal vez, no se han usado tan eficientemente esos recursos...

No lo sé, pero en otros mandatos se mandaban coches oficiales para recoger la compra. Yo me he metido con cuatro personas más en un coche oficial porque ir en AVE a Madrid nos costaba 400 euros. ¿Me pueden decir que estoy haciendo un mal uso del coche oficial? No creo. Hay una frase de Mónica Oltra muy buena: «A mí los valencianos no me pagan para buscar aparcamiento».

EN CORTO

¿Le gustaría tener rival para revalidar su liderazgo en el PSOE de la ciudad de Alicante?

No tengo ningún problema en que haya una lista alternativa.

En las últimas primarias del PSOE, su candidata [Susana Díaz] perdió también en Alicante. ¿Ha perdido usted el control de la asamblea local?

No, en ningún caso. Mucha gente que apoyó a Pedro Sánchez es muy cercana a mí.

¿Su volantazo en las primarias [al dejar de apoyar a Sánchez en favor de Díaz] se debió al cambio de discurso de Sánchez o al cambio de candidato de Ángel Franco?

No, Ángel Franco no tiene nada que ver. Entendí que el alcalde de la principal ciudad gobernada por el PSOE en la Comunidad no podía tener ni un centímetro de separación con el presidente de la Generalitat.

¿Le gustaría seguir como alcalde de Alicante cuatro años más?

Sí y lucharé por ello. A nivel interno, según los estatutos, el alcalde no pasa por primarias. Si yo quiero ser candidato, lo seré.

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