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Quejas por la falta de iluminación

Los alumnos de la UA inciden en la escasez de luz en algunos recorridos entre la Biblioteca General y los aparcamientos del campus

Un coche del servicio de seguridad realizando labores de vigilancia en el campus de la UA ayer a mediodía. JOSE NAVARRO

Ahora que son ya fechas de exámenes, muchos alumnos de la Universidad de Alicante (UA) aprovechan las noches o los fines de semana para acudir a estudiar al campus. Y eso hace también que los servicios de seguridad se reorganicen de manera que se pueda prestar más atención a esos horarios no lectivos y en los que, durante la mayor parte del año, el campus está casi totalmente vacío. Este esfuerzo específico es muy bien acogido entre los estudiantes, que en general hacen una valoración muy buena del servicio de seguridad. Sin embargo, hacen hincapié en la escasa iluminación de las principales rutas desde la Biblioteca General hacia la parada del tranvía y los aparcamientos, y en el relativo miedo que eso produce.

Claudia Bascuñana e Isabel Delicado, estudiantes de Enfermería, consideran que la falta de luz acarrea cierta sensación de inseguridad. «Hay zonas en las que está todo oscuro», afirma la primera. «Cuando acabo tarde voy directa a la parada de autobús y espero allí lo que haga falta, porque está más iluminado», añade la segunda. Sí valoran, no obstante, la presencia del servicio de seguridad, que hace constantes rondas en coche.

Una opinión prácticamente idéntica tiene Julieta Cepeda, estudiante de Turismo, quien recalca que «para nada estamos desamparados aquí de noche o los fines de semana», pero la escasa iluminación genera cierta alerta: «De día suelo ir escuchando música mientras camino; de noche, nunca». A su lado, su compañero Pedro José Gómez asiente y señala que los recorridos a pie hasta los aparcamientos están poco iluminados de noche -hay muchas farolas instaladas y todas en funcionamiento, pero la luz que producen buena parte de ellas es bastante tenue-, pero que al mismo tiempo «siempre ves coches de seguridad patrullando, y en épocas de exámenes se nota que hay más vigilantes». El problema de la escasez de luz, añaden, también se evidencia en otras épocas del año en las que anochece más pronto.

La misma sensación tiene Luis Rico, alumno de Historia, quien destaca que «los coches están pasando a cada momento», pero «debería haber más iluminación en el camino hacia la parada del tranvía y hacia el aparcamiento de la Facultad de Derecho». En todo caso, ni él ni ninguno de los demás estudiantes consultados han tenido nunca ningún problema.

El vicerrector de Campus, Rafael Muñoz, señala por su parte que son conscientes de este problema, aunque señala que nunca se ha recibido ninguna queja formal por la falta de iluminación en el campus de noche. En todo caso, agrega, hay ya un proyecto para «mejorar la eficiencia lumínica» y sustituir las farolas actuales por otras que se puedan programar de forma más acorde a cuáles son las zonas más transitadas, y que además consuman menos energía. Asimismo, en cuanto a los servicios de seguridad, comenta que en fechas de exámenes se hace una «redistribución de los puestos de trabajo», para poder tener un mayor dispositivo de medios y personal en las horas a las que suele haber una mayor presencia de estudiantes, y que las rondas de vigilancia en coche son «constantes» durante las 24 horas.

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