El juzgado que investiga el asesinato de María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala, está revisando desde ayer más de un millar de llamadas telefónicas de Miguel López, sospechoso del crimen, durante las semanas en que tuvo intervenido el teléfono desde que se produjeron los disparos en Novocar. La acusación particular que ejerce Vicente Sala, hijo de la fallecida ha pedido la audición de todas las escuchas telefónicas del investigado a fin de encontrar en ellas hechos que puedan ser relevantes para el caso. Tras más de cuatro horas de audición en el despacho del juez instructor, las partes sólo pudieron revisar las llamadas de la primera semana de escuchas, entre el 12 y el 18 de diciembre. Sin embargo, el material disponible en el juzgado llega hasta el 9 de febrero, fecha en la que cesaron las intervenciones telefónicas. Las fuentes consultadas por este diario señalaron que todavía serán necesarias más de tres sesiones para terminar de escucharlas todas.

María del Carmen Martínez murió asesinada de dos disparos en la cabeza mientras recogía su coche en Novocar la tarde del 9 de diciembre de 2016. Cuando estaban a punto de cumplirse dos meses del crimen, Miguel López, yerno de la víctima fue detenido como presunto autor de los disparos. Tras pasar 39 días en prisión provisional, López quedó en libertad bajo fianza de 150.000 euros, mientras que la instrucción afronta su recta final.

La investigación policial apuntaba a que, durante las semanas en que Miguel López tuvo intervenido el teléfono, éste evitaba usar el terminal, motivo por el que sospechaban que podría estar usando algún móvil con tarjeta prepago que no tuvieran controlado. Aun así, hay grabadas un millar de comunicaciones, aunque muchas de ellas eran llamadas perdidas sin contenido alguno. Tras escuchar las conversaciones intervenidas, los agentes sugieren que López actuaba como si supiera que le estaban escuchando y trataba de recalcar que estaba convencido de que el móvil del crimen son los negocios de la familia en Sudamérica.

La acusación particular pidió conocer de primera mano esas conversaciones, en lugar de las transcripciones facilitadas por el juzgado. El objetivo es saber el tono de Miguel López en esas llamadas y cómo se expresa. No sólo en las conversaciones aportadas a la causa, sino aquellas que fueron descartadas por la Policía por no considerarlas de interés para la investigación. Esta parte había pedido que se les remitieran los audios pero el juez instructor, para evitar filtraciones, decidió que todas esas llamadas no salieran del Palacio de Justicia y que las partes podían escucharlas en su despacho del juzgado. Ayer todas los letrados y el fiscal estaban citados para empezar la audición: la defensa de Miguel López, el fiscal, las acusaciones particulares que ejercen el primogénito de la fallecida por un lado y las otras tres hijas por otro. Las grabaciones reflejan que durante los días posteriores al crimen, siguen llegando llamadas dando el pésame.

Entre las conversaciones de la semana analizada ayer, la P0licía destacó la llamada de Miguel López y su mujer a su hijo para regañarle por haber colgado en una red social una foto con el mensaje «Jaque Mate» la misma noche del crimen. Hay conversaciones con amigos en las que dice López se inclina por Sudamérica como móvil del crimen. «Es que el 80% de nuestros ingresos vienen de allí. Y eso encima lo leva mi cuñado ¿sabes? Que uno de los problemas que teníamos era que de allí no nos contaba nada», recalca. En otra de las llamadas, Miguel habla con uno de los empleados sobre el día del crimen: «Si nos cruzamos, nos cepilla allí a los dos», le dice.