El Consell ha formado un frente común con los gobiernos de Cataluña y Baleares para plantear al Gobierno una propuesta de regulación pesquera diametralmente opuesta a la que maneja España, que es aplicar en el Mediterráneo el modelo de Islandia y Nueva Zelanda, que fija los cupos por un número determinado de capturas dejando los días de pesca en manos de la Cofradías.

Los técnicos de la Comunidad Valenciana, Cataluña y Baleares consideran que ese modelo, válido para las grandes pesquerías industriales, no es viable para el Mediterráneo porque provocaría una mayor presión sobre los caladeros.

La propuesta pasa porque sea la Administración la que siga fijando, aplicando criterios científicos las temporadas de pesca y parón, y después las Cofradías decidirán los días de faena. Los tres territorios, que concentran el 80% de las 612 embarcaciones de arrastre del litoral mediterráneo del Estado español, han elaborado una propuesta conjunta que da respuesta a la Comisión Europea, que ha instado los Estados miembros a tomar medidas urgentemente para poner fin al mal estado crónico de los recursos pesqueros a la región.

“Además, esta propuesta contrasta con la apuesta del Ministerio de Agricultura que podría conducir a una concentración de los derechos de acceso a los recursos pesqueros para este sector, de la mano de una desregulación de la gestión desde los poderes públicos”, subaya la consellera de Agricultura, Elena Cebrián.

Por otro lado, la empresa que gestiona la Lonja del Pescado del Puerto de Alicante ha recibido el permiso del Consell para poder vender atún rojo y pez espada.