La entra de una bolsa de aire helado en la capas altas de la atmósfera va a provocar un cambio radical en las temperaturas en España durante toda la semana con descensos de hasta diez grados. En Alicante, el impacto será menor que el norte de España con máximas en torno a los 24 grados pero no se esperan jornadas de sol radiante y sí riesgo de tormentas. Este fin de semana en puntos del norte como San Sebastián o Bilbao se han superado los 36 grados.

Mañana martes puede caer algún chaparrón en la provincia y lloverá también en la ciudad, pero lluvias muy escasas. Se rompe, eso sí, la racha de días calurosos y de bochorno del final de la semana pasada y fin de semana, según avanza Jorge Olcina, responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante.

Donde sí podría llover es en la cabecera del Tajo, algo que podría representar una esperanza para los agricultores del trasvase Tajo-Segura, que ven como la sequía ha cerrado, de momento, esta transferencia.

Los treinta mil agricultores de la provincia cuyas cosechas dependen del agua que pueda llegar del Tajo-Segura, en situación de «trasvase cero» por la sequía que sacude la cabecera del río miran ahora hacia la cuenca del Júcar para que pueda solucionar su agonía con recursos de una cuenca que, técnicamente, está igual que el año pasado gracias a las lluvias del invierno.

El embalse de Tous almacena en estos momentos 234 hm³, 130 hm³ más que en 2016, caudal que a partir de octubre deberá reducir a los 80 hm³ porque se trata de un embalse regulador de avenidas y, por tanto, tiene que estar preparado para asumir las lluvias torrenciales. Falta, no obstante, la voluntad política, es que también sufre una sequía de ideas estructural.