El tramo de la N-332 entre El Campello y La Vila Joiosa presentaba hasta hace poco tiempo cuatro puntos negros casi seguidos, en otros tantos cruces de visibilidad reducida. La instalación de isletas en algunos de ellos, y la prohibición de hacer giros a la izquierda en otros, ha hecho que la seguridad vial mejore y que la siniestralidad se reduzca de manera significativa en esta zona. A estas medidas se ha sumado recientemente la limitación a 80 kilómetros por hora en todo el tramo entre el final de la variante de El Campello y el principio de la de La Vila. Además, la posibilidad de adelantar se ha reducido de manera exclusiva a las escasas rectas largas que hay en este tramo, de unos 15 kilómetros, como en las inmediaciones de Venta Lanuza.

La aplicación de estas medidas se produjo después de que la accidentalidad aumentara de manera destacable tanto en este tramo de la N-332 como en otros puntos negros de la provincia, y ha tenido consecuencias positivas en ese aspecto. Eso sí, favorece aún más -de una manera bastante lógica, también cabe recalcarlo- que los desplazamientos de medio o largo recorrido se realicen por la AP-7 en lugar de por la carretera. En 2016, la autopista entre Alicante y Valencia tuvo una media de 18.107 vehículos diarios, un 6% más que el año anterior. Es el tercer incremento seguido tras varios años de pérdida de tráfico, y el más elevado desde 2003.