? El proyecto liderado por la UA que pretende que a través del adiestramiento unos ocho perros puedan detectar crisis de epilepsia antes de que se produzcan alcanza ya un año de trabajo y cada semana las familias reciben clases para el entrenamiento de sus canes. En ellas, los dueños logran que sus animales estén adiestrados para diferentes situaciones como, por ejemplo, en el momento que sufren un ataque el perro permanezca junto a ellos sin moverse para evitar robos, tal como explica el adiestrador, Miguel Martínez. También se les enseña a evitar «escapes», es decir, que cuando sufren un episodio de «ausencia», en el que pierden la conciencia pero su cuerpo sigue caminando por ejemplo, el perro evita caídas o que lleguen a cruzar la calle.