No fue ayer una tarde fácil para Miguel Ángel Pavón. Más bien, todo lo contrario. El vicealcalde, concejal de Urbanismo y líder de Guanyar se convirtió en el protagonista de un pleno municipal que le propinó dos importantes golpes de calado político. El primero sirvió para tumbar el Catálogo de Protecciones, impulsado desde la Concejalía de Urbanismo y que sumó, insuficientemente, el apoyo de sus socios del tripartito. Y es que el documento necesitaba el voto a favor de, al menos, un concejal de la oposición. Y aunque todas las miradas apuntaban a Nerea Belmonte, la ex de Guanyar despejó pronto cualquier tipo de duda. «Estoy a favor del Catálogo, lo único que le pido es más tiempo e informes porque no quiero que hipotequemos la ciudad. Retire el Catálogo de Protecciones de la votación de este pleno», afirmó Belmonte, dirigiéndose a Pavón, en una primera intervención en la que admitió que quería cubrirse las espaldas, con un informe jurídico, ante la posible responsabilidad patrimonial de los concejales que votasen a favor si promotores afectados por los cambios en la protección exigiesen indemnizaciones millonarias en los juzgados. En el ambiente sobrevolaba la marcha atrás de Pavón, que el pasado miércoles a última hora convocó de urgencia la Comisión de Urbanismo para anunciar que dejaba en suspensión la protección sobre los terrenos de El Pino-Ruaya, afectados por una sentencia judicial firme. Los promotores habían anunciado, a través de escritos registrados en el Ayuntamiento, la reclamación de indemnizaciones de hasta 140 millones de euros si el Catálogo se aprobaba en una versión que ayer se modificó levemente a través de una votación que sí salió adelante, aunque de nada sirvió para el devenir definitivo del documento urbanístico.

Así, tras el veto de la oposición en bloque, el Catálogo de Protecciones tendrá que volver de nuevo a someterse a votación en un próximo pleno municipal, ya sea dentro de los ordinarios previstos para el último jueves de mes o a través de la convocatoria de una sesión extraordinaria, al igual que ya ocurrió con los Presupuestos.

El tripartito, que al margen del resultado de la votación de ayer ya era consciente de que el Catálogo no lograría su aprobación definitiva (la última palabra corresponde a la Generalitat Valenciana) antes del 10 de junio, pidió la pasada semana al Consell una prórroga de dos años de la suspensión de licencias para evitar, por ejemplo, la demolición de edificios cuya protección está incluida en el texto impulsado por Urbanismo que ayer sufrió el veto de la oposición. Y es que ese día, en apenas dos semanas, expira la actual medida. El edil de Urbanismo asegura que desde la Generalitat se han mostrado a favor de prorrogar la suspensión de licencias, lo que daría un importante balón de oxígeno al Ayuntamiento de Alicante. Eso sí, falta la confirmación oficial.

Pero dejar el Catálogo de Protecciones sin aprobar no fue el único revés que encajó ayer Pavón, aunque sí el principal. Y es que el vicealcalde, saltándose la petición que le habían trasladado sus socios (sobre todo el PSOE) de retrasar un mes la presentación, decidió incluir por urgencia una propuesta para tumbar la Comisión de Participación aprobada en el pleno del pasado mes de febrero a petición del PP para controlar la gestión de la edil Julia Angulo.

El asunto, sin embargo, no llegó ni a debatirse para indignación de la decena de colectivos sociales presentes, porque la oposición, la misma que aprobó la constitución de la comisión hace sólo tres meses, ayer se negó a incluir el punto en el orden del día. Y ahí, con esa votación en contra de la urgencia, se acabó el intento de Guanyar de retomar el control de Participación. Los vecinos, ante la mirada de los cinco ediles de la formación que lidera Pavón, aprovecharon el receso habitual en el pleno para criticar el órgano creado, a su juicio, sólo para «hacerles callar».