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El Gobierno enviará a los agricultores 21 hm3 de agua desalada de Torrevieja

Los regantes del trasvase Tajo-Segura reciben con satisfacción este «balón de oxígeno» que aliviará la situación de las plantas

Un agricultor carga con un cesto de hortalizas en la Vega Baja. Al fondo, trasvase Tajo-Segura. TONY SEVILLA

El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Confederación Hidrográfica del Segura, autorizó ayer que el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS) pueda utilizar 21 hectómetros cúbicos desde la planta desalinizadora de Torrevieja, que representa un balón de oxígeno en plena sequía ya que el agua servirá para salvar las plantaciones, aunque no garantiza la producción. El presidente del Sindicato, Lucas Giménez, mostró su satisfacción aunque recordó que la medida no se debe quedar ahí, sino que es necesario activar los pozos de sequía del Sinclinal de Calasparra con un caudal de 25 hm3. Los regantes esperan, además, que la desaladora de Torrevieja pueda producir algo más de caudal dado que el trasvase Tajo-Segura está cerrado.

La directora general del Agua del Ministerio, Liana Ardiles, informó ayer de esta autorización al consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de la Región de Murcia, Francisco Jódar, en una reunión celebrada en Madrid. La autorización de este suministro es una medida excepcional que posibilita el Real Decreto de sequía en vigor en el ámbito territorial de la cuenca del Segura. La autorización, que será válida hasta la fecha de finalización de la vigencia del Real Decreto (finales de año), por el que prorroga la situación de sequía declarada, se extiende asimismo al uso de infraestructuras del trasvase cuando tal uso sea necesario para hacer efectivo el suministro. Gracias a este volumen de agua autorizada, un buen número de usuarios del SCRATS podrán garantizar el suministro de agua a los cultivos más vulnerables a la sequía, como es el caso de los cultivos leñosos, según la nota del Ministerio.

No habrá, de momento, agua de los pozos del Sinclinal de Calasparra (el abastecimiento manda) ni se ampliará la producción de agua desalada en la planta de Torrevieja, diseñada para producir 80 hm³ y que, sin embargo, solo puede facilitar 21 hm³, que, precisamente, ayer por la tarde autorizó enviar a los agricultores la directora general del Agua, Liana Ardiles, con el fin de que no mueran los cultivos. La desaladora de Torrevieja (340 millones de euros), sólo produce en torno a 25 hm³ al año, la tercera parte del agua prevista cuando se diseñó.

La Mancomunidad de Canales del Taibilla garantiza que no habrá cortes de agua a los 52 municipios de la provincia a los que abastece (Alicante, Elche, Aspe, Crevillent y toda la Vega Baja) hasta octubre. A partir de ahí todo es una incógnita.

Los que peor lo tienen son los agricultores. Los treinta mil regantes cuyas cosechas dependen del agua que pueda llegar del Tajo-Segura, en situación de «trasvase cero» por la sequía que sacude la cabecera del río y que ven ahora con esperanza que la cuenca del Júcar pueda solucionar su agonía con recursos de una cuenca que, técnicamente, está igual que el año pasado gracias a las lluvias del invierno. El embalse de Tous almacena en estos momentos 234 hm³, 130 hm³ más que en 2016, caudal que a partir de octubre deberá reducir a los 80 hm³ porque se trata de un embalse regulador de avenidas y, por tanto, tiene que estar preparado para asumir las lluvias torrenciales.

Tous no está directamente conectado con la infraestructura para traer caudales a la provincia de Alicante pero en una toma aguas abajo, Antella, se derivan caudales para los regadíos tradicionales de Valencia. La propuesta de los agricultores alicantinos, que ya conoce la Confederación Hidrográfica del Júcar, pasaría por que ese agua sustituyera a la almacenada en el embalse de Alarcón, que sí tiene conexión con la provincia a través de la infraestructura del Tajo-Segura. El embalse de Alarcón está peor que el año pasado pero cuenta con 427 hm³. Mientras, en el oriolano de La Pedrera tan solo hay 87 hm³, agua que, además, a la que no tienen acceso los agricultores del trasvase del Tajo-Segura.

Situación límite

El avance de la sequía en la cuenca alta del Tajo -los embalses de Entrepeñas y Buendía almacenaban por debajo de los 368 hm³- ha comenzado a poner a los agricultores en una situación límite ante la falta de agua para afrontar en condiciones la temporada de verano y el resto del año en el que será difícil que pueda derivarse una sola gota desde el Tajo.

Los regantes necesitan un caudal mínimo de 150 hm³ hasta final de año y a día de hoy solo tienen garantizados los 21 hm³ de la desaladora de Torrevieja, ya que nada se sabe de los 25 hm³ de los pozos de sequía del Sinclinal de Calasparra y sigue sin recibirse la autorización para la compra de 8 hm³ a la comunidad madrileña de regantes de Estremera. En el sector comienza a hablarse de movilizaciones si Agricultura continúa sin reaccionar.

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